La importancia de cultivar nuestra conexión interior en los momentos difíciles

¡Hola, Musa!

Te confieso algo. He vivido unos meses duros, difíciles, emocionalmente hablando. He estado en una redefinición de mi relación de pareja, y un alejamiento de nuestra relación estructurada de esposos, la cual busqué con toda la emoción, compromiso y determinación en su momento. En los últimos meses he ido entendiendo que debo volver a mi energía, a mi centro. 

Me estaba perdiendo en mi relación. Había empezado a depender de mi pareja, de sus tiempos, de sus caricias y de su validación. Aún cuando he sido independiente y empoderada toda mi vida, en esta relación me había entregado más profundamente. Y al entregarme tanto, y al abrir tanto mi corazón, empecé a borrar los límites entre mi pareja y yo. Y ha sido un aprendizaje profundo de vida, encontrar esa vulnerabilidad, sentirme inquieta, sentirme incómoda en una situación que yo misma había deseado y querido tanto. 

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Tratamos de hacerlo distinto, pero la inercia de lo que habíamos creado era tal que no tuvimos otra opción que soltarnos. Una vez me di cuenta de que ya no era el momento para nuestra relación, pasé por un duelo profundo. Sentí todo el dolor, sentí toda la decepción, hasta llegué a sentir que me ahogaba en mi dolor. Mis miedos afloraron. Volví a sentir heridas que he trabajado y sanado durante varios años, pero que aún así están ahí, solo que cada vez más profundas. ¿Qué pasa si no vuelvo a sentir algo así? ¿Volveré a conocer a alguien tan maravilloso como lo fue mi pareja?

Fue en estos momentos difíciles cuando más fuertemente he sentido el reto de conectarme a mí misma, empoderarme, amarme y transformarme. Sentí mucha desesperanza y dolor, y una especie de apatía hacia todo. Me costaba creer en mis sueños, en poder ilusionarme igual, mi corazón estaba lastimado y cerrado. Y lo que pude vivir en carne propia, fue que cuando más difícil y compleja es la vida, más importante se vuelve cultivar nuestra conexión interior.
 
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Pasé muchas horas escribiendo, pintando, consultando mis cartas de tarot. También consulté el I Ching, escribí. Me puse muy atenta a ver las señales y la magia en todo. Cuando estamos en un momento difícil, a veces el contraste que se crea en nuestras vidas ayuda a enfocar y a aclarar esos mensajes intuitivos. Es como si salieran de las sombras a la luz de una manera más clara.
 
Poco a poco, he ido saliendo de ese dolor. Poco a poco, me he encontrado, mi energía ha vuelto a mí, me nutro, me consiento, me transformo. He llegado a un nuevo nivel de amor propio. Y esto lo logré por medio de prácticas de conexión conmigo misma y mi propósito, y de escuchar mi intuición y mi corazón.

Porque este camino del aprendizaje y la transformación nunca termina. Estamos en una espiral, no en un mundo lineal con una meta final que alcanzar. Eso es para los cuentos de hadas. Nuestro mundo es mucho más complejo, conectado y sistémico, nos movemos en espiral, y cada vez sentimos que tocamos los mismos temas, cada vez más profundamente, hasta que realmente podemos trascender la situación. Como he oído decir, “pelando una cebolla”.
 
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Entonces, estos momentos son cuando es más importante reestablecer y cultivar nuestra conexión con nosotras mismas. Cuando es más difícil. Es como ir al gimnasio, no perdamos la práctica aún cuando más difícil se siente. Los resultados y los regalos son grandes.

Cuando más nos sentimos presionadas por el mundo de afuera, por nuestras relaciones, por el estrés de la vida diaria, es cuando más ayuda tener una práctica diaria de conectar con nuestra Intuición.

Puedes escribir en un diario. Puedes meditar o hacer yoga. Puedes bailar. Puedes salir a caminar en la naturaleza. ¿Qué haces tú para conectarte, para centrar tu energía y volver a tu paz interior, cuando la realidad de la vida te sobrecoge?


Te deseo una vida en propósito, Intuitiva y Conectada. Te invito a conectar con esta brújula de tu alma con mi libro Hablando con Dragones, acá; para que guíes tu camino de transformación y emprendimiento desde tu sabiduría interior. 
 
Un abrazo de Musa, 
Alejandra Torres.

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