Amor Propio y Transformación es Saber que Nunca “Llegas”

¿Cuántas veces nos preguntamos: cuándo es que… llegaremos? ¿Cuándo seremos más evolucionadas, tranquilas, pacíficas, “perfectas”, bonitas?

¿Cuántos cursos y programas tomamos, pensando … cuando tome este programa, entonces sí llegaré a un nuevo estado de iluminación y consciencia? Y que una vez llegue, ya no vuelvo a tener problemas ni dificultades…

Somos como polillas volando frenéticamente alrededor de una luz nocturna, sin darnos cuenta de la enorme sombra que arrojamos sobre la pared.

Esta manera de pensar nace del paradigma actual de “buenos y malos” que nos enseñan, de que las cosas buenas le pasan a los buenos y los castigos a los malos, y de que si haces el “trabajo” te mereces una recompensa. Además, nos atrapa en un círculo vicioso de no salir nunca. Y se convierte en un proceso de mucha frustración, porque nos estamos metiendo sin darnos cuenta en una trampa: la trampa del ego que cataloga las cosas como buenas y malas, cómodas e incómodas, placenteras y difíciles. 

Entre más rondo este camino de la transformación, el propósito y del amor propio, me doy cuenta de que sencillamente es eso, un camino. Que no hay “llegada”. Y que lo más valioso es el proceso mismo de transformación: la apertura de la consciencia, el sentir las cosas, el estar viva, la mirada profunda a mi dolor y todo lo que el ego cataloga como indeseable. Sostenerme en consciencia y en la mirada que abraza todo, la sombra y la luz. Y amar el camino, amar todo lo que labro en él, amar mi historia, amar mis narrativas. Amar la aventura en sí misma, la de mi alma que regocija en saber que nunca se llega. Honrar a mi alma que es naturalmente aventurera.

También me doy cuenta de que muchas bendiciones en mi vida salieron de cosas que al principio, desde mi ego, consideré como “malas” o me daban miedo asumir. Y mis más grandes regalos han sido precisamente esos aprendizajes que han llegado a mí y que hoy definen quien soy y mi propósito, no son cosas que tengo, sino un verdadero tesoro interior que se va forjando por medio de las fortalezas y resiliencia que he ido alquimizando en mi esencia.

Bajo el paradigma actual, sencillamente, no hay paz que dure, luz que aguante, porque el gran péndulo de la rueda de la vida debe seguir girando. De hecho, “llegar” te condena al estancamiento, no puedes llegar y ya, así paras de aventurarte en lo que es esta Vida. Y te cierras, buscando comodidad, de la energía caótica, maravillosa e incierta del Universo.

En cambio, visualiza ¿cómo sería si te abrieras al hecho de que el placer está en caminar y vivir tus dificultades y el dolor que naturalmente trae la vida? Y, ¿cómo podrías usar tu vida para aprender, fortalecerte, y seguir evolucionando, transformándote? Como en las artes marciales, usas la fuerza de los eventos y percibidos ataques, para generar tu movimiento; te vuelves parte fluida y tranquila de esta energía en vez de pararte inmóvil y estática, donde te puede pegar más fuerte.

Tú eres la autora de tu propia historia. Asúmela con todo lo que eso conlleva, y entiende que cada situación ha sido enviada por tu alma y tu inconsciente para tu transformación y continuo aprendizaje. ¿Estás dispuesta a profundizar en este camino? Te invito a  dejar de estar en piloto automático en tu vida, para vivir una vida plena, creativa, emprendedora, abundante y sin límites; con mi libro Hablando con Dragones, acá.

Te deseo un camino de transformación, amor propio y propósito. Un abrazo de Musa,

Alejandra Torres.

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