Escrito por: Alejandra Torres
La primera canción me llegó mientras veía dormir al padre de mis hijos, temprano una mañana. Nos estábamos quedando en un pueblito de Colombia de paredes blancas de bahareque y techos de teja de barro. Ahí, en ese silencio mientras se despertaban los gallos y los campesinos, me llegaron las primeras notas de una canción. La canción llegó completa, palabras y notas de melodía. Era una canción sobre una niña: una niña de miel. Que cuando cantaba, brotaban flores en sus pies.
Muy emocionada, me senté a escribirla en mi diario. Luego de unos minutos de garabatear, ajustar, y editar, estaba lista. Y luego de un silencio que sonaba a final, sin ningún preaviso, en otro chorro de inspiración, me llegó otra canción. Esta era un blues, y era en inglés. A strange fascination, with losing control, delicious temptation with winning back my soul…
Nos devolvimos ese día a Bogotá, yo entre incrédula y maravillada, porque había sido súbitamente golpeada por dos canciones. Aún no sabía que sus letras eran mensajes, mensajes profundos de mi alma, y de todo lo que llegaría a pasar en mi propia vida, mis búsquedas de liderazgo y propósito, y mi transformación.
Y así, ha sido desde hace 10 años que escribí esas dos primeras canciones. Desde entonces he escrito 10 más. Ni más ni menos. Un día cualquiera, sin planear ni controlar, han llegado.
Y debo decirles, que no soy música. No he sido entrenada para componer ni para producir ni para cantar. Yo solo he tenido que estar abierta, en silencio, lista para darles un espacio y una voz, en mi vida, y en mi diario.
Me he movido tanto con estos súbitos chorros de creatividad que llegan de cuando en vez, que he llegado a producir mis canciones, a montarlas, a grabarlas, y sí, hasta a cantarlas. Y así fue como nació TOTEM, un disco con 9 de mis canciones, como las 9 dimensiones de un tótem ancestral.
Decidí honrar este regalo porque me fui dando cuenta de que mis canciones narraban las distintas dimensiones de mi propio proceso de transformación, sanación, renacimiento y emprendimiento con propósito. El renacer de mi sagrado femenino, que como una libélula, sale de su capullo luego de gestarse 6 meses en el agua.
El regalo de la creatividad, cuando llega, es como un niño silencioso. Si abres tu corazón, y te dejas invadir por lo que te llega, él juega feliz y travieso. Y puedes crear tu magia. Si dudas, o lo regañas por algún motivo – puede ser que te asustó, o que estabas ocupada en cosas “importantes”, o que no te gustó lo que te regala ese niño, o que no estaba lo suficientemente bien presentado – ese niño, como cualquier niño, se retrae y se esconde. Pero si te visita cuando estás lista para jugar, y permites que llegue lo que te llegue, es un juego muy divertido. Y también es una oportunidad para conocerte, para entender los mensajes de tu alma, y saber hacia dónde quieres navegar la barca de tu vida en propósito.
Entonces, ¿qué es la creatividad? Hay muchas formas de definirla, y las iré abarcando en este espacio semanal de reflexión.
En un nivel más personal, para mí la creatividad es el lenguaje de tu alma. Expresado por medio de símbolos, palabras, colores, tonos, sensaciones. Es un mensaje atemporal que no habla desde tu mente lógica y racional. Es un mensaje intuitivo que viene de la profundidad de tu subconsciente, y también de otras dimensiones, canalizada por otros seres para ti. Es un mensaje de profunda sabiduría y a la vez, tan sencillo.
Te cuento esto porque creo que las mujeres nos sintonizamos de manera especial con la creatividad. Somos sensuales, sensoriales, más intuitivas y gestoras de vida. Tenemos una capacidad poderosa de pensar en símbolos , movimientos, sonidos. De crear verdaderas obras de arte, desde nuestro propósito, para nuestras vidas y emprendimientos.
Entonces, si deseas abrirle un espacio a explorar tu creatividad, lo primero que tienes que hacer, es sencillamente eso. ¡Ábrele un espacio! Si esto incluye comprar un cuaderno y unos colores, ¡hazlo! Si esto implica tomar una clase de escultura, o canto, o lo que te apasione, hazlo. Saca el tiempo en tu vida para esa actividad que siempre quisiste hacer, y hazlo solo por el placer de hacerlo, sin pensar en los resultados o en las obras maestras que crearás.
El espacio creativo es válido por el solo hecho de que estás permitiendo expresarte de una forma diferente. Y porque te estás poniendo a ti misma como primera prioridad, por un rato en el día o en la semana.
En mi libro, Hablando con Dragones, te invito a abrazar tu creatividad y magia para visionar y decretar lo que realmente desea tu alma. Puedes obtenerlo acá, en mi Paquete de Poder, Impacto y Propósito, y adquirir de manera gratuita mi MasterClass manifiesta tus sueños.
¡Ojalá empieces a sentir la magia de la creatividad en ti!
Un abrazo de Musa,
Alejandra Torres.