¡Hola, Musa!
Respiro. Tomo un respiro profundo desde el fondo de mi vientre, que me llena la barriga y va llenando mis pulmones. Entra el dulce oxígeno en mí, y me vuelvo Una con el Aire y el Viento.
Abro mi presencia. Siento expandir mis costillas, me entiendo cuenco, vasija de barro. Y expando las paredes de mi vasija. Y me abro a lo que Es.
Me vuelvo Vacía. Aquieto mi mente, la llevo a la Nada, al silencio y a la quietud. Suelto pensamientos caprichosos, los soplo al viento. Se van volando como nubes de algodón de azúcar.
Así es como entro en otra dimensión de consciencia. Así es como entro en el momento eternamente Presente.
En ese lugar donde la Nada es Todo, me permito Ser. Y brillar desde lo que soy, no lo que hago. No hay Esfuerzo. No lo necesito. Fluyo y estoy Presente. No tengo que arreglar nada. No tengo que salvar a nadie.
Ofrezco mi Presencia y mi silencio. Escucho completamente, miro profundo a los ojos, y cuando me expreso permito que las Palabras fluyan a través mío. Soy un Canal. Y soy Amor.
Para poder llegar a este lugar cada vez más Presente, debo transformarme y aprender a amarme completamente. Al haber visto mis sombras, haber hablado con mis demonios, con mi dolor, mi rabia, mis sentimientos. Y desde ahí, desde esa conversación y aceptación de mi propia multidimensionalidad, me integro. Y puedo abrazarme completa, tal como soy con toda mi sombra y toda mi luz.
Soy soberana. Y camino impecable en el Mundo. No soy perfecta. Estoy en continuo aprendizaje y transformación. No soy ni mejor ni peor que nadie. Soy yo. Única e irrepetible.
Y traigo una canción para el mundo. Una canción que es única. Traigo colores. Colores que son solo míos, resultado de múltiples vidas y linajes.
Camino y exploro. Camino y exploro. Y al explorarme, me reconozco y me renuevo, se renueva mi pasión por vivir. Se renueva mi canción y mi camino. Se renuevan mis propósitos.
Me veo en los ojos de otras mujeres. Entiendo que nuestro momento es ahora. Estamos en un momento único e irrepetible para reconocernos, fortalecernos, empoderarnos en nuestros caminos y validarlos, para emprender con propósito y liderar desde el equilibrio.
Te veo, Musa Intuitiva y Conectada, porque cuando desarrollas este aspecto, ocurren cosas mágicas:
Cultivas una conversación continua con tu intuición. Ella te indica cuál es el camino más alineado con tu propósito, y se ha convertido en una fuente de sabiduría profunda que complementa lo que te dice la razón. Has aprendido a confiar en tu intuición, y tomas decisiones importantes guiada por lo que te dice.
Vives tu conexión como un camino de aprendizaje y transformación personal, el cual has diseñado a la medida y que te sirve para sentirte conectada, con una práctica relevante y frecuente que te mantiene vibrando en tu mejor rango de energía.
Conoces a esa bruja que tienes en tu interior, y ya la expresas por medio de rituales, conexión con animales y plantas. Expandes cada vez más tus poderes, tu liderazgo y propósito, y los usas en servicio a la sanación y transformación colectiva.
Sabes cuál es tu misión de vida, y lo cultivas como un jardín. Ahí cultivas tu visión de lo que deseas materializar, de si deseas emprender y crear proyectos de vida con propósito, y disfrutas viendo florecer eso que has sembrado. Sabes que es un espacio único y tuyo propio, y lo entiendes como tu contribución al mundo.
Te invito a seguir cultivando esta fuente de sabiduría y poder, en tu vida, lo cual te aliviana las cargas y las responsabilidades, y te da esa conexión trascendente y mágica con las cosas. Si este es tu llamado, puedes hacerlo con mi libro en mi Paquete de Poder, Impacto y Propósito acá.