Qué ironía que en esos momentos cuando es más importante que fluyamos y que seamos creativas, es cuando más nos bloqueamos…
En las últimas semanas, me han ocurrido varias conversaciones profundas y complejas. Muy complejas. Como manejo un negocio con mis hermanos, en nuestros consejos de familia mensuales tocamos temas muy profundos que necesariamente tocan nuestra vena emocional. Llevamos 15 años reuniéndonos todos los meses, sagradamente, para resolver y abordar temas familiares y también empresariales.
Y como no llegamos a esta hermosa Vida aprendidos, sino justamente para aprender y evolucionar, y como somos seres humanos, perpetuamos constantemente un conflicto interior entre nuestro espíritu evolucionado, infinito, libre y compasivo, y nuestra biología primal, defensiva y reptiliano. ¡Es inevitable! En vez de verlo como un accidente desafortunado que “solo nos pasa a nosotras”, podemos verlo como algo que está diseñado para que crezcamos y evolucionemos.
Creo que la vida continuamente nos llama a abordar situaciones complejas. Siento que es solo viviendo las experiencias que podemos evolucionar y transformarnos realmente. Podemos leer un libro o aprendernos una teoría, pero hasta que no transformemos esas situaciones con la alquimia de nuestros cuerpos y nuestros corazones, no hemos evolucionado realmente. Y estaremos destinadas a repetir situaciones una y otra vez hasta que las integremos verdadera y auténticamente en nuestro corazón y desde nuestro cuerpo.
Podemos convencer a todos a nuestro alrededor que tenemos un tema dominado, e incluso convencernos a nosotras mismas que somos evolucionadas y que ya hemos trascendido ciertos temas, pero la vida en todas sus facetas y situaciones es un implacable maestro e indicador de nuestra propia transformación.
Cada situación y persona es un espejo de todo lo que somos y venimos siendo, más no de lo que quisiéramos ser. Y este contraste es justamente la situación que genera nuestra siembra intencional de lo que queremos crear a futuro. Pero estamos permanente creando, mirando y limpiando nuestro pasado como única manera viable de expandir y crear un nuevo futuro, una nueva dinámica, un nuevo paradigma. ¿Qué hacer?
Primero, no sintamos frustración ni nos cerremos a estas experiencias, por algo están, y por algo nos piden que las abordemos.
Te deseo una vida de evolución y transformación, y una capacidad de transmutar las situaciones complejas desde un estado de fluidez y transmutación que nacen desde tu respiración, presencia y creatividad. Si tu llamado es crear una vida fluida, creativa, intuitiva, abundante, en propósito y libre, te invito a iniciar tu camino de transformación con mi libro Hablando con Dragones, acá.