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La creatividad nace del caos previo al saber

Quiero hablarte de ese espacio caótico y oscuro del cual nace la creatividad. Me lo imagino como debió ser el espacio-tiempo antes del Big Bang. O también como la sopa cuántica de la cual surgieron los primeros seres vivos de nuestro planeta que fueron las cianobacterias, nuestros primeros antepasados. Y si te detienes a pensar en el Universo y lo inestable y caótico que es, con estrellas naciendo, quemándose y luego volviéndose supernovas, estallando a millones de años luz de nosotros…cuando entiendes que hay hoyos negros donde ni la gravedad ni el tiempo existen como las conocemos, cuando ves que planetas han nacido y han muerto, sin tener siquiera una atmósfera para soportar la vida…puedes entender que vivimos en un Planeta relativamente… estable. Y cuando ves que tu planeta y hogar te han dado el calor del sol, plantas y animales para consumir, y aire para respirar, mientras vas viajando a miles de kilómetros por hora por entre el espacio, y que tu vida es un instante apacible dentro del caos del Universo…empiezas a conectar con gratitud con el milagro que eres tú, y que es tu vida. Y lo estable y cómoda que es. Y así, como la chispa del Big Bang, como la explosión de ese planeta contra la Tierra que ocasionó que se pudiera formar de la forma sostenedora de vida que luego adquirió, son momentos de explosión creativa. Del caos y de la colisión, nacieron nuevas Cosas épicas. Especies enteras. Del dinosaurio al mamífero, del mamífero al humano. Venecia. Paris. Bogotá. Lugares, formas de vida, recetas, moda, colegios e instituciones, familias y formas de organizarnos, liderar, emprender y amarnos. Y así nos ha pasado como seres humanos, viviendo de cataclismo en cataclismo, de guerra en guerra, nación en nación, migraciones, esclavitud. Y ha sido en esos momentos que más se movían las cosas, que llegaron las invenciones e innovaciones más importantes y significativas… la música, el jazz, la electricidad, la penicilina. Entonces me pregunto, ¿por qué nos da tanto miedo el caos? ¿Por qué nos enseñan que el cambio es peligroso, costoso? Claro, no desconozco las guerras y el caos que hemos vivido como especie. Sin embargo, las condiciones de la vida misma son estables. La gravedad nunca deja de actuar de repente, ni hay dragones enormes volando por ahí listos para raptarnos.Y nos da miedo el cambio. Aún sabiendo y sintiendo que el cambio es bueno para la transformación, que en las estaciones mismas hay momentos de siembra, de cosecha y luego de muerte para renacer, nos empeñamos en vivir vidas estables y lineales, insistimos en no tener que vivir en caos, en no querer “perder”. Creo que ese miedo a los cambios y al caos, juntado con la presión que hay en nuestra sociedad de solucionar rápido y eficientemente las cosas, ahoga vastas posibilidades de generar nuevas ideas, de fomentar la creatividad, el emprendimiento con propósito, nuevas formas de liderazgo e innovación que están ahí latentes en nosotros. Algo leí hace poco acerca de las condiciones en las cuales florecen la creatividad. Y en un artículo que recorría los estudios y espacios de trabajo de grandes artistas, mostraba que el desorden era una característica común de las mentes creativas. No se pueda generalizar esto (conozco también a personas muy creativas que son muy ordenadas) pero me hace pensar que hay algo en el desorden, la no estructura, el no saber, el momento caótico antes de la chispa, que se debe cultivar y permitir para que florezcan nuevas ideas.  Incluso el famoso bloqueo de muchos artistas, escritores, y demás, es también el momento previo a la gran idea, a la gran inspiración. Hay un caos y un bloqueo mental, que son momentos muy incómodos para una persona creativa…y de repente, llega…la idea, el flash de la intuición. La solución, la transformación. Entonces, para que florezca la creatividad, en vez de cultivar la sensación que lo sabemos todo, que no necesitamos crear nada nuevo y que debemos resolver rápido, te invito a empezar a cultivar la sensación de que NO lo sabes todo, y que estás abierta a ver nuevas posibilidades. Esto aplica para todas las áreas de tu vida, desde una receta hasta un problema en tu trabajo o emprendimiento. Como seres humanos, tenemos una capacidad increíble de solucionar problemas y de inventar formas nuevas de hacer las cosas, de liderar, de vivir y emprender en propósito. Las mujeres tenemos una manera especial de crear…desde nuestra energía. Si usamos nuestra energía femenina, creamos menos desde el hacer y más desde el ser y gestar. Para cultivar esta energía, primero debemos aprender a abrazar los cambios y el caos. Segundo, abrir nuestras mentes y nuestros corazones, permitir que las ideas maduren y se gesten en nosotras o a través de nosotras.  Y sentir las cosas, conectar con la fuerza de cada idea nueva, permitir en vez de controlar, soltar y fluir con la idea en vez de planearla y estructurarla. Claro, luego podremos usar más nuestra energía masculina cuando veamos que es el momento de materializar y darle mas forma a la idea. Sin embargo, crear viene de otra energía distinta, viene del Universo mismo, de ese Big Bang y de esas estrellas…viene de todas las ideas y la conciencia colectiva pasada, presente y futura. Si resuenas con este tema, puedes cultivar tu creatividad y capacidad para transformar tu vida, liderazgo y emprendimiento con mi Paquete de Poder, Impacto y Propósito, acá. Un abrazo de Musa, Alejandra Torres.

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La creatividad en hombros de gigantes.

Muchas veces sentimos que las grandes ideas y las importantes obras de creatividad nacen solas, de grandes y prodigiosas mentes. E idealizamos a ciertos personajes porque creemos que son cerebros y almas solitarias, que actúan de manera aislada e individual. Pensamos que la creatividad es un acto casi heroico e irrepetible. Este pensamiento nos aleja de la magia de crear y validar las creaciones de cada una porque nos hace pensar que no tenemos las capacidades ni la brillantez para expresarnos, ni para crear algo de valor. Este pensamiento es falso, porque en realidad como dice una cita famosa en latín, no hay nada nuevo debajo del cielo. Y hay otro pensamiento que me llega, y es que estamos paradas en hombros de gigantes.  Ven y te cuento una historia… Hace un año y 9 meses, murió mi padre: arquitecto, empresario, apasionado por el arte, la música y los libros. Este hermoso ser duró toda su vida coleccionando obras de artistas colombianos. Lo hacía silenciosamente y gradualmente, solo por el puro placer y gozo de conectar con estas expresiones de arte y de memoria, de valorar el arte colombiano, y de actuar como custodio de un pedazo de la historia de nuestro país. A lo largo de los años, cultivó una mirada auténtica. De forma silenciosa, gradual y sin pretensiones, fue coleccionando expresiones de causas sociales y políticas, las cicatrices de la violencia y el amor en el cuerpo real, colectivo e imaginario, y la belleza de nuestra naturaleza. Como hermanos, cuando íbamos a decidir que hacer con la colección, vimos que eran más de 100 obras. Y que tenían una historia que contar. Y que esas obras eran más grandes que nosotros y nuestros pequeños intereses individuales, y que ellas debían permanecer juntas y al servicio de algo más grande. Entonces decidimos crear un proyecto con propósito, que honrara este legado y lo ofreciera a la sociedad, en este momento histórico en el que nos encontramos en un cruce de caminos, entre la paz y la violencia. Decidimos crear Fundación Casa LET, un espacio dedicado a promover la transformación social por medio del arte. Es un espacio generado por las obras mismas, y la extensa biblioteca que también coleccionó mi papá, y que cuenta con una sede ubicada en la Calle 67 con 7ª. Casa LET. Sede que esperamos poder remodelar y llenar de espacio para las diversas manifestaciones del arte, la cultura, y el aprendizaje. LET porque así llamábamos a mi papá, Luis Eduardo Torres. Y también, por lo que invita esa palabra en inglés: a permitir, a soltar, a fluir. Y hace poco leí algo que escribió en 1970, que decía: “Para empezar comencemos diciendo que la Arquitectura es creación. Y por lo que es creación, Arquitectura es Arte”.  Esa cita me trajo lágrimas a los ojos, porque vi que muchas de sus búsquedas, eran hoy las mías. Y que estaba parada en los hombros de un gigante, así como él también sobre hombros de mujeres y hombres que habían antecedido sus búsquedas y dado leña para su fuego. Cuando veo a mi madre, también honro que es toda una diosa creadora y creativa. Desde su capacidad de cruzar un océano y una cultura para venir a vivir en Colombia, su amor por la literatura, la música y la libertad, desarrolló una vida auténtica. Su batería y su expresión del jazz y la improvisación en vivo, que en sí solo ya es todo un arte, su conocimiento y sabiduría que siempre compartió conmigo, y su pasión por la enseñanza y el aprendizaje. Me enseñó a escribir (literal porque fue mi profesora de inglés y literatura en el colegio), a buscar la igualdad de las mujeres y nuestro empoderamiento. Ella recibió su amor hacia la música y la literatura de parte de su padre y su abuelo materno, y así sucesivamente en una cadena sin fin, de ancestros. Y sus búsquedas y sus expresiones se convirtieron también en las mías. Cuando empecé a cantar en una banda de rock, me sentía muy única y rebelde. Y me tomó tiempo darme cuenta que yo retomaba desde la música esa vena creativa y de expresión que me legó mi madre. Estaba continuando un legado, no siendo la única e irrepetible rebelde. Como creadora de estos dos proyectos, el de Musas y el de Fundación casa LET, reconozco y honro que estoy parada en estos grandes hombros. Cuando vemos las ideas y la creatividad alrededor nuestro, muchas veces las vemos como nuevas, únicas e irrepetibles. Y no entendemos que en realidad, nada en el universo, es nuevo. Y que todo ha sido dicho y creado. Entonces, ¿por qué creamos? O mejor, ¿para qué creamos y nos expresamos desde nuestra creatividad? Pues… porque nadie en el universo ha sido creado exactamente igual que tú. Porque tú eres la que es única e irrepetible. Si bien las ideas y los conceptos han sido ya creados, tú como canal de esas ideas y manifestaciones, eres lo único y nuevo. Y eres un instante de respiro del Universo.  Y puedes pensar que ya se ha dicho lo que quieres decir, o que ya alguien más es mas experto que tú, o que tu idea no es novedosa. Y tienes razón. Tu idea no es novedosa. Pero cuando reconozcas que lo novedoso y único es como TÚ expreses esa idea, y como resuenas con ella y creas una energía creadora a través de tu idea… cuando honres a tus maestros, te pararás más firmemente en los hombros de gigantes. Y expresarás de manera única, lo que tú y solo tú viniste a decir y a crear. Entonces te pregunto, ¿cuál es ese mensaje único y esa creación que viniste a crear y a expresar a este mundo? Yo decidí compartir mi mensaje también a través de mi libro, Hablando con Dragones. En él describo y ofrezco prácticas de sanación y liderazgo que aprendí y desarrollé hace años y exploré en carne propia, y que hoy comparto contigo como mujer. Te invito a obtenerlo acá, en mi Paquete de Poder, Impacto y Propósito.  Un

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