sagrado femenino

Sobre la Confianza y el Amor

Sigamos explorando el Aspecto de Artistas del Amor. Yo he tenido experiencias hermosas en el Amor y parejas que me han amado profundamente. También he tenido desaciertos y rupturas en el amor. Creo que he preferido salirme de relaciones que no me nutren, a quedarme en ellas. Sé que es posible que no he tenido la fortaleza para quedarme. Sin embargo, sí reconozco en mí la fortaleza para amarme a mí misma primero, para escogerme a mí en momentos difíciles. y seguir buscando algo que realmente sea constructivo y edificador. Creo que se trata de abrirnos a CONFIAR. Confiar en la abundancia del Universo. Confiar en el mensajero del amor que llega. Confiar en mí misma. Abrir mi corazón – y verdaderamente – Confiar. Y también de ser transparente, y darme cuenta de que llevo un tesoro tan valioso por dentro, que debo cuidar mi corazón primero que todo. Mi corazón no es para todos ni mucho menos para personas que no lo saben valorar. Entonces, en la medida en que profundizo en mi amor propio, puedo expandir mi capacidad de tejer relaciones que me honren y me celebren. Hasta ahora, he decidido estar sola antes que con alguien que siente que no puede respetar mi corazón y mi integridad. Se trata de tener y pedir Integridad. Si yo soy íntegra y honesta conmigo, atraeré a alguien íntegro y honesto. También debo darme cuenta de que cualquier situación allá afuera que nos choca y no queramos ver en el otro, tiene mucho que ver con nosotras mismas. Que amar requiere tener la humildad suficiente para entender que el Amor es el mayor maestro. Que cuando nos abrimos a amar, nos abrimos a ver todas las cosas que puedo transformar, aprender y desarrollar. El amor es la mayor maestría. Es sólo que, otra maestría verdadera viene cuando nos tomamos primero a nosotros mismos, nos escogemos y nos amamos tal cual somos. Y nos comprometemos con nosotros. Hace poco leí una frase poderosa ancestral Muisca, subiendo a la Laguna de Guatavita. Y dice: \» Los distractores están a cada paso del camino. Estar centrado en el pensamiento y la palabra, nos proporcionan la fuerza para sostener nuestros sueños. La confusión aparece cuando el orgullo de nuestras pretensiones nos aleja del fuego del espíritu. Así como el guayacán sostiene al mundo-pensamiento, estar centrados nos permite encontrar un camino con corazón.\» ¿El camino que recorres lo haces siguiendo el camino del corazón? Entonces, creo que se trata de cultivar un equilibrio entre el amor propio, la integridad, el desapego, la honestidad, y ante todo la humildad para entender que las cosas no son como las deseamos desde el ego y la mente. ¿Quieres volverte una Artista del Amor? Toma mi Programa Online Mandala de la Musa El Mandala de la Musa te da la estructura que necesitas para equilibrar tu energía femenina, nutrir tu amor propio y equilibrar tu liderazgo más auténtico. ¡Vuélvete la Artista de tu vida! Rediseña y construye una vida alineada con tu esencia y propósito, recorriendo 9 Aspectos de Vida e iniciando desde tu conexión con tu Amor Propio. Quiero conocer más del programa aquí Un abrazo de Musa, Alejandra Torres.

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¿Cómo deseas sentir Amor?

El amor es como un colibrí que nos visita durante un segundo eterno. Sus alas se mueven de manera iridiscente. Vuelan como magia suspendida. Parecen desafiar la gravedad y el tiempo. Un instante se convierte en un eterno presente. Su belleza es indescriptible. Cuando vienen, algo en nosotras siente que esa visita es para nosotras y sólo nosotras, y que constituye un mensaje del amor y la magia de la vida. Se siente elación, magia y sincronía. Porque el amor y la magia están conectados. Es una sensación de algo tan hermoso, tan fuera del mundo normal, tan como los cuentos de hadas. O la magia. Así es como siento el amor, cuando llega. Como un inesperado y a la vez muy secretamente esperado y anhelado suceso. Porque debo admitir, soy una romántica. Y con los años, me he vuelto un poco testaruda en el tema. Para mí, si no hay esa conexión y esa magia, me voy más rápido que el mismo colibrí al que aguardo tan silenciosa y secretamente. Porque hay una parte de mi alma que sabe que debajo de lo aparente, hay unas dimensiones que trascienden nuestros sentidos y que nos llevan a un estado surreal, eterno, trascendente. Eso es el Amor para mí. Algo que llama a la Unidad. A la perfección del momento presente. A la belleza. A la conexión entre dos seres, o a un nivel más amplio, la conexión natural y espontánea que hay entre muchos de nosotros. Es un  momento de no sentir miedo. De abrirte al momento, de abrir tus alas. Y de volar. Y sí, deseo sentir amor. Deseo sentir ese sentido de maravilla y de fe, de entregarme a algo más grande que muestra la belleza del universo, y muestra cómo nosotros somos una gota pequeña en el mar eterno de la Vida. Una perla que pide ser vista, celebrada y amada. Irónicamente, apenas me doy cuenta y mi mente ve que al frente mío hay un mensaje y un Mensajero del Amor, termino saboteando la belleza y la perfección del momento. Mi primer impulso es agarrar al colibrí y sostenerlo en mis manos para que no se vaya. Y este es un reflejo, un instinto de cazadora que desarrollé desde muy pequeña, el cual surgió como respuesta a mis heridas de pequeña de no sentirme amada, de sentirme abandonada. Entonces en un segundo y sin darme cuenta, me agarro. Y el colibrí por supuesto se siente espichado, siente que perdió su libertad. Se siente atafagado de repente; luego de venir a traerme un mensaje de amor y de magia, resulta que la receptora de ese mensaje de amor resulta tratando de controlar la situación y el momento. Ahhh… ¿cómo nos damos cuenta que el amor es una danza? ¿Cómo aprendemos a danzar el Amor? Yo honestamente lo sigo aprendiendo. El saber cuando expresar y cuando callar El saber cuando bailar y cuando dejar ir El aprender a dar y recibir en igual medida … Soltar el control… ¿Quieres hacer unas prácticas para poder desarrollar esta capacidad del Sagrado femenino, de volverte una artista del Amor? Te invito a tomar mi Programa Mandala de la Musa. En él te guío en un recorrido por los 9 aspectos de tu vida. Este recorrido te ofrece inspiración, herramientas, prácticas concretas, conversaciones poderosas y reflexiones para que puedas cultivar la conexión, el placer, el goce y la creatividad en tu vida. Tendrás acceso a nuestro Portal de Aprendizaje de Academia Musas®  y a una Comunidad Exclusiva de mujeres que se encuentran en un proceso de transformación como el tuyo. Recuerda que no estás sola, entrar al camino y vivir tu transformación te permite generar una nueva versión de ti misma; si deseas conocer cómo fue mi camino de transformación e iniciar a recorrer el tuyo, te invito a leer mi libro acá. ¡Anímate!, conocerás cómo puedes potenciar tu vida y tu propio proceso. Un abrazo de Musa, Alejandra Torres

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Bienvenidas a Artistas del Amor

Ahora sigue girando la Rueda de la Vida y llegamos al Aspecto de Vida de Academia Musas® Artistas del Amor. En este Aspecto, conectamos con el color Rosa y el Elemento del Fuego para catalizar nuestro corazón. Y buscamos ahí en nuestra pasión y conexión con eso que nos nutre, nos llena de vida y de Amor. Y luego de pasar tres meses mirando profundo hacia adentro, conectando con:1.Nuestro Amor Propio, para llenarnos de amor y de sentirme suficiente y plena;2. Nuestra energía Vital y Cíclica, donde conecto con mi esencia femenina y mis      arquetipos, así como mi relación con la Luna y sus ciclos, y3. Nuestro liderazgo auténtico buceando en las profundidades de mi esencia,Comenzamos a proyectarnos hacia el mundo del Afuera, pero sin perder la conexión con nosotras mismas. Y comenzamos con lo más esencial, que es la forma en que tejemos nuestras relaciones con los demás.Porque no podemos ser Artistas del Amor si no anclamos ese amor hacia los demás, en un sano amor propio que me trae a mis raíces, a mi fuerza interior, y a mi independencia. ASPECTO 4 – Artistas del Amor En este aspecto, lo que ves y trabajas es: artistas Aprender cuál es el camino del amor incondicional y darnos cuenta que, a la larga, es una travesía hacia nuestro amor propio. artistas Entender que cada relación es un espejo de nosotras mismas. Y cada persona con quien compartimos, un maestr@. artistas Entender que las relaciones de pareja son un lugar para aprender la maestría en el amor: amar al otro tal como es, entregarte a tu amor y ser devota a ese amor. A través de la intimidad, la vulnerabilidad y la devoción, transformarás y sanarás. artistas Expresarte en el amor desde tu libertad interior, y amarte lo suficiente para pedir lo que necesitas y hacer acuerdos que te cuiden y te nutran. artistas Tejer relaciones con hijos, familia y amistades que te hagan sentir amada, reconocida y vista, con todas tus facetas. artistas Aprender a danzar el amor, una danza entre energías masculinas y femeninas en ti, y luego danzar con otr@s. artistas Abrirnos al gozo, a la entrega absoluta y a la plenitud en el amor y en las relaciones. Te comparto esta canción que escribí cuando estaba caminando mi propio camino de aciertos y errores hacia el amor. https://www.youtube.com/watch?v=kA3-o3UNius&ab_channel=TOTEMAlejandraTorresCuando conecto con este Aspecto desde su energía femenina, pienso en las flores. Cada una es distinta. Cada un vibra en su esencia. Cada una emana una frecuencia que atrae a los colibris, los pajaros y libélulas. Cada flor es única, y hermosa. No andan corriendo detrás de las otra flores para opacarlas, ni andan corriendo detrás de los pájaros y abejas diciendo…polinízame YA. Aprender a vibrar en esta frecuencia requiere primero conectar con mi corazón. Y preguntarme, qué deseo? Qué me apasiona? Qué me ayuda a expresarme completa? Y también, qué me atrae? Esa fuerza de atracción es tan misteriosa y a la vez tan certera. Muchas veces nos atraen personas que representan eso que quisieramos tener nosotras, como si no estuvieramos completas, buscamos eso que nos complementa, personas que son eso que nos da miedo ser. O también, personas similares a nuestra familia, a nuestros ancestros. Y sigue siendo misteriosa esta fuerza, enigmática, sorprendente. Y esa fuerza es tan fuerte y poderosa que a veces nos lleva como un rio desbocado. Y no entendemos muy bien esa fuerza, nos dejamos llevar buscando sentir eso … esa sensación de Unidad, de haber llegado, de haber logrado esa bella cima. Ese recuerdo ancestral del Amor, del paraíso perdido.   Y tambien está el anhelo de sentir cómo esa atracción nos lleva a un amor incondicional. A una relación donde ya no nos toca hacer nada, donde ya no tenemos que hacer nada para mantener esa relación. Donde hemos supusestamente “llegado” y dejamos de remar el barco. Y en esa quietud, en esa complacencia, el Amor que una vez fue algo vivo y floreciente, se encuentra oxidado y quieto. En la vida, he encontrado que el amor verdadero es mucho más complejo y profundo. Y requiere de nosotras un proceso continuo de desapego. De soltar esas ilusiones y deseos de que sea un camino de trofeos y finales felices. De entender de que asi como evolucionas, tu camino de amor evoluciona aún más rápido y profundo. Y que nadie sino tú tiene el mapa y la brújula de tu corazón. Te deseo un mes conectada a tu amor, tejiendo relaciones que te celebran, te nutren y te ven como eres. Te veo danzando entre el amor propio, lo que te apasiona y la entrega a los demás, con sanos límites y tu amor propio como brújulas.   Un abrazo, P.D. Te invito a conectar con nuestros contenidos del mes. Pronto enviaremos un video y luego desde nuestro Podcast #MusasInspire con una entrevista espectacular con Patricia Chalbaud,  una mujer increíble creadora de su proyecto Sexo Holístico https://patriciachalbaud.com/sexo-holistico/   Únete a la Comunidad de FB https://www.facebook.com/groups/ComunidadMusas y síguenos en Youtube para seguir disfrutando de nuestros contenidos!

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Aprendiendo a caminar mi Liderazgo Auténtico

Mi vida ha sido un ejercicio continuo de aprender a ejercer liderazgo. Y viví largos años de sentirme no lista para liderar, atrapada en roles poco satisfactorios y donde sentía que no me podía expresar plenamente. De sentirme no suficiente para eso que estaba haciendo. Muchas veces me silencié; dejé de hablar más auténticamente por miedo a que me criticaran o enjuiciaran. Y ese temor en mí me cortaba, me paralizaba: hacía que sintiera que yo no brillaba. Que yo no era vista por los demás así como soy. Cuando, les confieso, ser vista era secretamente lo que más anhelaba. Ser vista y validada. Que mis aportes tuvieran sentido. Que salieran de tal forma que pudieran de verdad calar hondo, transformar corazones y mentes. Sentía mucha frustración al sentirme tan preparada académicamente, pero tan poco capaz de afirmarme en mis roles de liderazgo. Que pudiera ser Líder en mi forma de expresarme. No fluía en mi liderazgo porque había aprendido que para ser líder había que ser otra cosa que no era yo: agresiva, numérica, fría, calculadora. Sentía que dejaba la mitad de mí atrás cuando iba a mis cargos de trabajo, en corporaciones y organizaciones que también demandaban de mi un estilo de liderazgo muy estrecho y confinante. Después de muchos años y experiencias ejerciendo liderazgo fue que entendí que para ser vista y valorada, yo tenía que aprender a verme y a amarme tal como soy. Y eso ha sido y sigue siendo, un proceso contínuo. Y ahí voy, aprendiendo a verme y a entenderme. A integrar facetas de mí que me ha dado miedo al principio mostrar, pero que poco a poco las voy aceptando. La cantante en mí. La amorosa en mí. La idealista y soñadora en mí. La exploradora en mí. La esencia libre en mí. Cuando yo abrazo todas esas partes de mí, y comienzo a expresarme desde esos lugares, se vuelve más auténtica mi voz. Y empieza a brotar un liderazgo más cierto. ¿Qué NO ES el Liderazgo? Ocultar tu esencia para hablar desde un lugar estrecho y confinado. Liderazgo no es ser el Experto que pontifica y no sabe escuchar. Liderazgo no es tener una mente tan lineal y unidimensional, que se olvida de un ecosistema o una sociedad. Ese es el modelo antiguo y francamente, cada vez más obsoleto del liderazgo. ¿Cómo he encontrado nuevos modelos de liderazgo? Siendo obstinada y atreviéndome a rebelarme contra lo que dicen todos alrededor mío. A los 17 años decidí irme a estudiar becada a Estados Unidos porque era lo quería y necesitaba mi corazón. En ese entonces, mi papá se opuso fuertemente a que yo me fuera. Y una entera sociedad bogotana decía que ese no era el camino para una mujer tan joven. Años después, dejé un trabajo muy lucrativo en Finanzas en Nueva York para irme a estudiar temas sociales y ambientales. En ese momento, mi jefe me dijo que yo era una especie de idiota por irme a hacer eso. Aún en esos momentos cuando me he sentido tan cuestionada, algo en mí siempre ha sacado garra. Ha dicho: es por acá. Me voy por este camino. Aun cuando las voces externas son tan fuertes de que no lo haga. Y es con los años y los aprendizajes de muchos caminos y quiebres, que comienzo a entenderme. Que no puedo negar mi esencia, que es ser exploradora de caminos externos e internos. Mi esencia vuela cuando tomo un camino. Cuando exploro mundos nuevos. Cuando aprendo algo nuevo. Mi vida ha sido continuo aprendizaje y transformación. Y cuando recuerdo esto, que soy la eterna aprendiz, me relajo y no me tomo tan en serio. Porque creerte tú mismo que te las sabes todas es la peor trampa para estancarte, para oxidar tu alma. Cuando menos te das cuenta, un día cuando estés pontificando sobre lo que crees que sabes, te darás cuenta que tu esencia dejó de respirar y de cantar. Y te vuelves una versión oxidada y rígida de ti misma. Si crees que a eso vinimos a este mundo, a conocer una cosa extremadamente bien y luego a pararnos en el lugar de autoridad y de \»experticia\» y pontificar sobre eso, pues hazlo. Serás el Experto. Vendrán muchos a ti a que les hables. Y el que habla y pontifica mucho, va perdiendo la capacidad de escuchar. De entender que la vida se está creando a cada paso. Que la vida es multidimensional y hermosamente compleja. Desconocida. Que a veces es mejor parar. Escuchar las aves. Sentir el viento. Y dejarte guiar. Personalmente, me parece mucho más divertido el liderazgo desde un rol de aprendiz. El que no se toma tan en serio, y no se las sabe todas, está mucho más abierto a ser innovador y creativo. Desde este lugar, por ejemplo en los círculos de mujeres que facilito, soy la guía que las lleva a ellas a mirarse, la que facilita y contiene el espacio, la que organiza la caminata, pero que permite que cada una encuentre sus propias aves y mariposas. Hoy, recorro el camino incierto y misterioso del Liderazgo Femenino. Para mí, este estilo de liderazgo reconoce mi esencia más profunda y me pone al servicio de algo mayor. Alinea mi propósito con mis cualidades únicas. También me muestra con humor y alegría los lugares y cosas para las que NO soy buena. Y me permite emprender mi camino con autenticidad, coraje y valentía. Pulsando de vida. ¿Cómo definiría el Liderazgo femenino? Centrado en valores y propósito. Si vas a hacer algo, y le vas a gastar tanto tiempo y energía preciosa tuya, ojalá sea algo que se alinee con tus valores más profundos y con el legado que quieres dejar en el planeta y a tus hijos. Piensa en eso cada vez que apliques tu energía, inteligencia y esfuerzo hacia algo. PD: Los valores no se negocian. Participativo. Rompe la jerarquía y genera una cultura de transparencia y de empoderamiento. Actualmente, en censos y estudios la mayoría de las

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Cómo acompañar a alguien enfermo y mantener nuestra Vitalidad

En mi vida he tenido que acompañar temas delicados de salud. Temas abrumadores y asustadores. Y hoy en día, cuando hay tantos temas delicados y enfermedades tan complejas, es que me siento llamada a compartir con ustedes algunas herramientas que he desarrollado para acompañar a alguien que está en estado de enfermedad. Más allá de estar en un estado de \»no enfermo\», que es no tener síntomas visibles, lo que este Aspecto apoya es un verdadero estado de energía y vitalidad. ¿Y qué pasa cuando alguien cercano a nosotras está enferm@ y requiere de nuestra energía y atención? Primero, puede ser un tema doloroso estar al lado de alguien tan cercano, y verlo sufrir su condición. Nuestro dolor puede llegar a ser muy profundo. Y justamente, en esos momentos, puede ser muy difícil expresar lo que sentimos porque queremos ser fuertes para esa persona tan especial para nosotras. Y entonces terminamos, sin querer, minando nuestra vitalidad y bienestar por estar al lado de esa persona y cuidarla. Otra conducta muy frecuente es cuando nos entregamos tanto a nuestro rol de cuidadora que nos olvidamos de cuidarnos a  nosotras mismas. No hacemos ejercicio, podemos no dormir tan bien y podemos priorizar tanto las necesidades de la persona que amamos, que nos olvidamos de las nuestras. Y finalmente, estar en una situación así genera tensión en el cuerpo. Nos pueden doler las articulaciones y los músculos porque estamos de alguna manera \»cargando\» emocionalmente a la otra persona. A nivel subconsciente, es como si su salud y bienestar dependiera de nosotras, porque a cierto nivel así lo asumimos. En esos momentos es cuando más importa cuidar y recargar nuestras energías. Yo estoy en aprendizaje de este tema y no lo tengo \»chuleado\», pero si hago algunas cosas que me ayudan a cultivar, mas que un estado de \»no estar enferma\», un espacio de vitalidad y bienestar. 1. Me rindo ante la situación. La palabra surrender en inglés siempre me ha encantado porque habla de rendirse, pero desde la fuerza y no desde la debilidad e impotencia. El verdadero rendirse es entender que hay un destino superior al nuestro operando, y lo que para nosotras puede parecer tan equivocado, injusto y caótico, es en realidad el designio de un plan maestro que viene a darnos lecciones para transformarnos y evolucionar espiritualmente. Ahora, ¿cómo rendirse genera vitalidad y fuerza? Porque suelto el control de las cosas. Porque acepto Lo Que Es. Y no pretendo que sea de una manera distinta. Esto no es fácil, créeme, lo sé. Sé lo que es ver a un ser que amo hasta las tripas, deteriorarse y quedar irreconocible física y mentalmente. Y también sé lo fútil que es desde mi mente controladora, tratar de que sea distinta esa situación y persona, y querer que sea como era antes. Esta persona que está viviendo su transformación tan intensamente, para sanar debe poder aceptar su destino y al hacerlo, se convierte en agente de su propia sanación y, de paso, en tu Maestro: del amor incondicional. Entiende que las cosas son lo que son y no luches contra ellas, no trates de controlar el flujo de la muerte y de la vida. Cuando dejamos de tratar de controlar y de chocar desde nuestro Ego, liberamos mucha energía. La cual podemos, en vez de usarla para minar nuestra energía, volverla un caudal de energía y creatividad que podemos ofrecer amorosamente a la otra persona y a encontrar soluciones para su salud. 2. Lo más importante es nuestra Presencia. En una situación compleja, tan llena de diagnósticos, miedos desatados en parte por esos diagnósticos, tanta literatura que encontramos en Internet…resulta que la persona que está en un estado de salud difícil, puede ser absolutamente abrumador. Para no rendirte de impotencia, entiende que tú no tienes que tener las soluciones. La persona que está al frente tuyo tiene todos los recursos. Por difícil que es decir lo que voy a decir, el Alma de esa persona ya se ha programado para vivir esta experiencia de vida. Puedo que podamos ayudar, ser proactivos, generar ideas, hacer grupos de chat…la lista de cosas que podemos Hacer es eterna. Y es importante. Sin embargo, lo más importante es poder estar presentes. A veces estar presentes es sencillamente regalarle un espacio donde podemos estar en receptividad y escucha. A veces la Presencia es poner una canción que le guste a la otra persona. A veces nuestra Presencia es estar en silencio. Dejemos las distracciones, los celulares, los miedos, los juicios a la persona y a este u otro médico. Cada instante es precioso al lado de esta persona. La vida te está enseñando a estar plenamente presente en la intensidad de esta experiencia. Y aprender a escuchar y ver la belleza y magia que también hay en las experiencias de enfermedad y muerte. 3. Abrazar a los 4 arquetipos y en especial al de la Anciana/Bruja/Muerte En este Aspecto hemos hablado de los 4 Arquetipos de Doncella, Madre, Sacerdotisa y Anciana o Bruja. Uno de los ciclos muy importantes, si no el más, es el Arquetipo de la Anciana. Poco se habla de ella porque nos han enseñado a desdeñar, temer y/o a minimizar su poder. Todas queremos ser doncellas y madres, pero pocas deseamos convertirnos en Ancianas o Brujas. La Anciana representa, además de la sabiduría, la energía de la Muerte y es como la bisagra en el ciclo eterno de la Vida/Muerte/Vida. En la cultura India, la diosa Ma Kali es la Diosa de la Muerte y Destrucción, porque ella también es el portal que luego genera renacimiento de la Vida. Es justamente la energía de la Muerte que es la creadora de Vida. Al ahondar en la realidad de la muerte, es cuando podemos generar nueva vida. No se puede vivir plenamente una dimensión sin la otra. La Energía del cuarto Arquetipo es la energía que todo lo recibe, todo lo transmuta y composta, y que luego vuelve a generar un nuevo ciclo de Creación y Creatividad. Es necesario inclinarnos hacia la Vida, y también es

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Reconexión con mi cuerpo

Muchas veces me desconecto de mi cuerpo y de mi energía. En el día a día, en mis interacciones con los demás, en los retos que afronto. Me pierdo en la interacción, me fusiono con el otro y permito que desde mi apego y mi necesidad me aferre a algo externo. Me doy cuenta de que hay pequeñas y grandes adicciones…a revisar mis redes, a contestar el WhatsApp, a estar siempre presente para los demás. Cuando era más joven, mis adicciones eran el ejercicio y la comida. La pregunta que más me ayuda en esos momentos de desconexión y por lo tanto de pérdida de mi propia fuerza vital, es …¿qué hay detrás? ¿Qué hay detrás de mi necesidad de (mirar mi teléfono) compulsivamente? (Y acá puedes sustituir la palabra \»mirar mi teléfono\» por comer, hacer ejercicio, tener relaciones sexuales, coquetear, hacerme tratamientos, tomar alguna sustancia, tomar un curso, escaparme). Cualquier compulsión, por pequeña que sea, es un mensaje para ti. ¿Qué hay detrás de la compulsión? ¿El deseo de ser aceptada, amada por los demás? ¿El deseo de sentirte en paz, suficiente, con un mayor nivel de fuerza? ¿Para qué necesitas ser \»fuerte,\» \»suficiente,\» o \»perfecta\»? ¿Quién o qué te dice que debes cambiar para poder ser amada y exitosa? Muchas veces el peor crítico, la voz más inclemente, es la que tenemos por dentro. A esa voz debilitante la llaman los sicólogos el Ogro interior, o el crítico interior. Todos tenemos un crítico por dentro, en algunos ese suena más duro y nos limita más que a otros. Y ese se va construyendo a lo largo de los años entre nuestros padres, nuestros compañeros de colegio y la sociedad con sus normas y prejuicios. Después de un tiempo, se normaliza tanto esa voz en nosotras que nos cuesta trabajo entender la diferencia entre esa voz y las otras voces de nuestra cabeza…porque todas tenemos varias partes adentro de  nosotras que hablan e interactúan entre ellas. Te invito a hacer un ejercicio simple en este mes de reconexión con esas voces y con tu cuerpo. En el de silenciar esa voz y a la vez escucharla, en el de reconocerla como algo diferente de ti y de tu esencia, y en re-conocerte y nutrirte desde un lugar de amor propio. Acuéstate boca arriba, cómodamente tumbada. Abre las piernas ligeramente, o ponlas en forma de \»diamante\», con los pies tocándose. Acomódate de forma que te sientas realmente cómoda y relajada. Junta tus manos y ponlas también en forma de diamante, con los dos dedos índice tocando apuntando hacia tus pies y los dos pulgares tocando y apuntando hacia tu cara, sobre tu vientre. Siente cómo cada mano está descansando encima de cada uno de tus ovarios. En esta posición, relájate y conéctate con tu vientre, centro de tu fuerza vital. Siente cómo tus manos calientan, nutren y sanan tu centro energético. Toma un par de respiraciones profundas. En cada respiración, haz un escaneo mental de tu cuerpo. Revisa cualquier molestia, tensión, o dolor. Suelta cualquier tensión. Observa, sin juzgar, tu cuerpo. Y hazte la misma pregunta que te decía para observar tu voz interior y tus distracciones: ¿qué hay detrás de este (dolor, tensión, molestia, pesadez, falta de vitalidad) en este lugar de mi cuerpo? Date cuenta de que no eres la voz de tu ogro, y tampoco eres tu tensión corporal o dolor. Tu dolor es un síntoma de algo más profundo que acallas, de alguna emoción reprimida, o dinámica no resuelta en ti. Ve más profundo. Hazte las preguntas esenciales… ¿Qué hay detrás? ¿Qué me dice este dolor, compulsión, hábito? ¿Qué emoción debo trabajar para liberarme de este comportamiento pensamiento que no me nutre? Y suelta; con cada respiración suelta y devuelve el dolor y la distracción al suelo, a la Madre Tierra que todo lo recicla y lo usa. Escucha tus voces críticas, y escucha tus molestias. Afirma que no eres ellas. Que hay algo esencial en ti, indestructible, más fuerte que todo lo demás. Tu Esencia y propósito. Te deseo un mes de reconexión con tu cuerpo y tu mente, y que cultives tu capacidad de nutrirte, de sanarte y darte el amor que buscas afuera y que sólo tú te puedes dar. Si sientes que este es tu llamado, te invito a conectar con tu interior desde el amor y la compasión para desatar tu poder de crear la vida que deseas, con mi libro Hablando con Dragones, acá. Un abrazo de Musa, Alejandra Torres

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Amor propio y Transformación, haciendo visibles nuestras historias

La travesía comienza cuando en algún momento de nuestra infancia y desarrollo nos tenemos que, necesariamente, separar de nuestras madres y los mundos internos femeninos del hogar y la cocina. Y aprendemos a transitar en el mundo del “allá afuera” en búsqueda de nuestra identidad. En ese camino, las mujeres desarrollamos habilidades masculinas y nos vestimos con espadas y con armaduras para salir a combatir. Porque no sabemos cómo más hacer. Nuestras historias y narrativas están basadas en los héroes y sus luchas. Y sin darnos cuenta, nos mimetizamos con ellos. Usamos las mismas herramientas y nos medimos igual que ellos. Nos enfrentamos a un mítico Camino de Pruebas, enfrentándonos al mismo tiempo a los mitos de: nuestra Propia Inferioridad, de la Dependencia a la validación externa y a la mirada de lo masculino, y al Mito del Amor Romántico, de que seremos “rescatadas” por el Príncipe Azul que nos llegará un día a dar sentido y propósito a nuestras vidas. Y en esa búsqueda, luchamos por obtenerlo todo: el Éxito, representado en carreras, diplomas, cargos y relaciones. (Fuente: Maureen Murdoch). En una cultura que glorifica lo masculino y sus frutos, la mujer y la madre tienden a ser derogadas a un segundo plano, por no ser consideradas “fuertes” ni capaces de ser exitosas en el mundo.  Las niñas que buscan desarrollar una imagen diferente a la de su familia y competir en la sociedad, no tienen más alternativa que rechazar el arquetipo de la Madre y todo lo que representa e identificarse con su Padre. Esta separación genera un conflicto interior, ansiedad, y pérdida porque la mujer tiene que renunciar a partes de sí misma para poder competir y ser vista por la sociedad. Paralelamente, las mujeres recibimos mensajes constantes, explícitos e implícitos, sobre la inferioridad de nuestro género. Por lo tanto, alejarse de lo femenino implica una doble separación, de nuestras propias madres y de nuestro género para poder competir. Para ser aceptadas, las mujeres terminamos silenciando aspectos desvalorizados de nosotras mismas, y abandonando nuestra autenticidad y expresión natural para conformar y ser aceptadas. Algunas mujeres nos sentimos tan identificadas en este modelo, y somos tan buenas en jugar el juego de acuerdo con esas reglas que no fueron escritas por nosotras, que nos convertimos en Hijas de nuestros Padres. Nos convertimos inconscientemente en Aliadas del modelo, identificando con e idealizando lo masculino y viendo las opiniones y los valores del mundo femenino como secundarias. Como el Mito de Atenea, quien nació de la cabeza de Zeus y siempre se creyó hija de su papá, nosotras mismas como mujeres negamos y devaluamos nuestra conexión con lo femenino. Y privilegiamos el desarrollo de nuestros aspectos tradicionalmente asociados con lo masculino: nuestro intelecto, nuestros objetivos, logros y éxitos, y el privilegiar el Hacer sobre el Ser. Y, ¿qué es lo “femenino”? Es el Ser. Es nuestra sensual y presente conexión con, y honor a, nuestro cuerpo. El famoso “embodiment” como término en inglés que significa la plena presencia, no desde la mente sino en la fusión de la mente y cuerpo. Nuestro liderazgo es más “embodied”, más en el cuerpo, en conexión con nuestra intuición, con nuestro fuego de la creatividad y nuestra capacidad de gestar, crear vida y emprendimientos. De sembrar semillas y legados de amor. También es nuestra manera de generar inclusión y respeto, y nuestra forma de tejer redes colaborativas. También es la oportunidad de trabajar y emprender integrando la emocionalidad sana en torno a valores y propósito, y no negar las emociones ni pretender que no existen. Por esto, incluso la consultora global Mc Kinsey en sus estudios de Women Matter, han empezado a hablar de Liderazgo Femenino como necesario en las organizaciones y los emprendimientos; porque complementa el enfoque actual y genera culturas más resilientes y propensas a la transformación entorno a un propósito. Y, ¿eso no es lo que necesita este mundo cada vez más conectado, tecnológico y global? Ahora bien, estar en el mundo masculino fortalece el ego y genera un camino del cual es difícil salirse debido a estereotipos desde el mundo Masculino de cómo se desempeña y vive el liderazgo una mujer en su mundo. También es un lugar exigente porque demanda perfección y fortaleza, y no admite la vulnerabilidad, los sentimientos, ni la expresión plena de la mujer. Aún cuando en este modelo las mujeres somos consideradas exitosas y líderes, la mayoría de las mentoras y modelos de mujer líder se centran en su fortaleza y adhesión al sistema arquetípicamente masculino. De ser asertivas, de tener bien puestos los “pantalones”, de poder analizar números y cifras, de ser competitivas. ¿Cómo es ese modelo de liderazgo verdadero desde le femenino? No existe, está en gestación. Aún muchas de las herramientas de mentorías de liderazgo que existen han sido desarrolladas por hombres, para hombres. Y muchas veces están centradas en temas de asertividad, cumplimiento de objetivos, indicadores. Mmmm… me parece que, aunque sanos y necesarios, en estos tiempos de transformación y resiliencia es el momento de ampliar la mirada para incluir herramientas y procesos que salen desde la perspectiva femenina, para aportar al entorno, a un propósito, a las comunidades, a las empresas y gobiernos. Cuando empezamos a integrar y valorar nuestras habilidades femeninas, balanceamos el hacer con el Ser, y permitimos fluir y expresarnos desde una esencia integrada, podemos aportar mucha más fuerza a cualquier entorno. Debemos integrar y complementar el modelo actual con lo femenino, para que juntos creemos modelos, liderazgos y emprendimientos más armoniosos para el ambiente y las personas. La invitación no es a reemplazar un modelo con el otro. Es a una conversación y a una danza entre ambas polaridades y fortalezas. Pero primero, hay que consolidar y estudiar lo femenino, y darle un lugar porque lleva silenciado más de 2000 años. Entonces démosle voz. Y luego, armonicemos las narrativas, historias, y perspectivas femeninas con el modelo actual. Y aportemos entre todos al a transformación del paradigma. Te invito a revisar tus historias, fortalecer tu esencia femenina

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El amor propio y la transformación, reescribiendo nuestras historias

Me encanta que estemos recorriendo juntas este camino de amor propio y transformación. El primer paso en este camino es mirar tu vida. Abre tus ojos y mira hacia atrás. Imagínate caminando sola en un desierto o en una playa. Estás detenida en un instante eterno. Al frente tuyo están todas las posibilidades. ¿Cuál camino vas a tomar? ¿Hacia dónde vas a caminar? Muchas veces, es más, la gran mayoría, tomamos un camino porque resuena con nuestro pasado. Porque es más familiar, porque ya lo hemos transitado. O lo tomamos porque ese es el camino que se espera de nosotras, por nuestra familia o nuestro entorno. No nos cuestionamos si ese es el camino, o por qué lo estamos tomando.  Pero pregúntate, ¿realmente es el camino que tú deseas? ¿Ese es el camino que te dará mayor libertad, mayor creatividad, mayor plenitud? ¿O lo estás tomando porque tu versión pasada, u otros, lo han trazado por ti? Para poder elegir TU camino de transformación y amor propio, el que viniste a transitar y a caminar en esta vida que es solo tuya, debes hacer conscientes tus caminos pasados. Y revisar tus historias de vida. Dibuja una línea de vida, y pinta o relata tus momentos más especiales y bonitos así como los más difíciles. Te comparto un ejercicio de línea de vida que hice hace algunos años, cuando aún estaba en mi proceso de sanación y transformación, entendía que debía conectar con momentos dolorosos para poderlos sanar. Este ejercicio me conectó con momentos traumáticos, como la separación de mis padres y un episodio de abuso sexual cuando fui niña. Y también me conectó con esos momentos que te marcan y sacan tus fuerzas, donde escogí la vida. Donde recogí mis fuerzas y propósito, y decidí seguir adelante. Donde me pude sanar, donde me definí como persona. Encontré mi fuerza y muchos de mis dones gracias a estas experiencias, y luego de mirarlas, llorarlas y sanarlas en mí, agradezco mi camino porque gracias a él, escogí la vida. Por fortuna, porque eso me permite estar con ustedes y en estos caminos con propósito y el corazón bien abierto. Cada vida es una serie de narrativas. Muchas de ellas nos las contamos porque venimos programadas desde nuestras familias a contarnos estas historias y a recrear patrones, tanto hermosos como limitantes. Y así, inconscientemente, podemos repetir historias sin darnos cuenta. Y luego, un día llega un momento donde podemos hacer consciencia de nuestras historias. Y desde ahí, comenzar a reescribirlas. Somos nuestras historias, y al mismo tiempo, somos algo más. Las historias las podemos escribir y redefinir con amor. Cuando conectamos con nuestra capacidad femenina de gestar y crear, somos creadoras poderosas. Pero para conectar con esa fuerza, tenemos que limpiar nuestro closet interior de todas las historias, barrer el dolor, mirar nuestros secretos, vernos en toda nuestra complejidad. Y con amor propio y compasión hacia nosotras, lentamente consentir nuestro pasado y dejarlo que florezca nuevamente. ¿Cuales son tus historias? Qué deseas expresar, narrar, contar, y transformar? Te mando un abrazo y te deseo un mes profundo de conexión con tu camino de amor propio y transformación. También te invito a que saques tiempo para nutrirte, meditar y consentirte. El amor propio también se trata de darnos espacios y regalarnos el tiempo necesario para cultivarnos y fortalecernos. Y además, ¡me encanta decirles que regresaron los Espacios Temáticos! Si eres nueva a la Comunidad, es posible que no los conozcas. Son ciclos de videos gratis ofrecidos por mentoras y mujeres increíbles, en diversos temas del mandala de la Musa. Si quieres acceder a estos videos pasados, mira nuestra biblioteca de ETM haciendo clic acá. Si deseas profundizar en tus historias y tu amor propio para transformar tu vida, te invito a hacerlo con mi libro Hablando con Dragones acá, donde entramos a revisar tus narrativas con amor propio y compasión para desatar tu poder personal, tu liderazgo y tu propósito. Musa, te envío un fuerte abrazo de Amor y Transformación. Alejandra Torres.

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El amor propio se trata de honrar tu ritmo y conectar tus narrativas

Una gripa tenaz me sorprendió la semana pasada. Andaba, sinceramente, desconectada de mi misma. Andaba de reunión en reunión, cumpliendo compromisos con los demás. Lo sentía, porque esto lo he venido regulando hace años, que estaba muy en mi energía masculina, la cual es una energía mas del Hacer y del logro externo, y no tan nutrida desde mi Ser; que es una energía mas receptiva, femenina, de gestar y de estar plenamente presente.  Como esto ya lo he venido practicando con mi proceso de transformación, sabía que mi energía estaba desequilibrada. Y sentía síntomas de que me faltaba el tiempo para hacer tanta cosa, que estaba árida, sin inspiración, y como autómata en mis respuestas. Desconectada de mis emociones y mi propósito, sin experimentar el gozo natural de mi Esencia femenina. A pesar de que este tema lo practico de manera consciente y continua, sé también que nuestros procesos de transformación y liderazgo son movimientos en espiral que nunca paran y que, al contrario, cada vez más profundizan. Y en esta danza continua, todas nos desalineamos. Y a veces sin darnos cuenta. Y en mi caso, no escuché a mi cuerpo y sus sutiles señales de que parara, de que entrara en un espacio más de reflexión y meditación, de contacto con la naturaleza. Hasta que esta gripa repentina me quitó la voz y me obligó a aplastarme en la cama unos cuantos días. ¿A cuántas nos pasa este llamado de salud que no da espera? Mi camino de transformación, propósito y de honrar mis ciclos y conectar con mi cuerpo ya viene hace años; y especialmente luego de una enfermedad fuerte en el 2014 tuve que aprender a respetar mi necesidad de descanso y desconexión. Y he venido practicando, cada vez más conscientemente, esta continua alineación y recuperación de mi energía vital. Y de honrarme en un camino de amor propio. Donde entiendo que el Amor propio es saber honrar mis ciclos de energía y saber ir más despacio cuando lo necesito. Ahora entiendo que el cuerpo es tan sabio. Y justamente me estaba pidiendo, mi cuerpo, que soltara. Que entrara en mi silencio. Que soltara todo lo que ya no está al servicio de este nuevo ciclo. Y que dejara ir lo que ya no está al servicio en mi vida, lo que necesita morir, cualquier duelo, cualquier tristeza no resuelta, cualquier conflicto latente.  Y entiendo ahora la magia de la sincronía del Universo, el cual me pidió dejar atrás todo y recargarme energéticamente justo ahora, antes de empezar una nueva vuelta al Mandala de la Musa y sus 9 Aspectos de Vida.  Y desde este lugar, depurado y libre de cargas, puedo felizmente y con el corazón limpio, darles la bienvenida a un nuevo ciclo del Mandala de la Musa. En él, puedes recorrer los nueve Aspectos de vida. Cada Aspecto, más que una serie de contenidos, es una Frecuencia. Y yo soy la mensajera de la Musa, la cual es una energía arquetípica que custodia cada aspecto del liderazgo femenino. Son 9 portales, 9 dimensiones, 9 frecuencias. Durante este mes activamos la primera de ellas, el primer Aspecto de Vida se llama… Amor Propio y Transformación. Este Aspecto resuena con los siguientes elementos arquetípicos: Color: Oro. Elemento: Éter.Parte del cuerpo: Corazón. Símbolos: Árboles, raíces, sangre, vasija de barro, el centro de la tierra.Animales Totémicos: Serpiente y Halcón. Canción: Ahora Sí ? (Escúchala aquí: https://spoti.fi/2moGxOp) Si deseas abrirte a la frecuencia de este Aspecto, puedes crear un altar en tu casa con algunos de los elementos. También puedes meditar con estos símbolos. Y conectar muy con tu interior. Otra práctica recomendada es conectar con nuestras propias narrativas. Te pregunto, ¿cuáles son las historias que te han hecho única?, ¿cuáles han sido los momentos más importantes que te han dado los dones que ahora tienes?, ¿cómo te has convertido en la mujer única que ahora eres? Te invito a que en un papel o cartulina dibujes o hagas un collage de tu línea de vida, y que marques esos momentos importantes que te han convertido en la mujer que eres. Que entiendas los patrones y narrativas de lo que hasta ahora te has contado. Y que también revises, ¿hay cosas que quieras cambiar? ¿Cuáles son esas narrativas que te han mantenido limitada y pequeña? Cuando te vuelves dueña de tus narrativas, puedes reescribirlas. Y te comparto, creo que no hay ejercicio más potente que entender nuestras historias, honrarlas y valorarlas por todo lo que nos muestran acerca de nuestra abundancia interna de dones y recursos, y también poder ejercer la capacidad de nuestro libre albedrío, de escribirlas a nuestra manera. Te agradezco enormemente que me estés leyendo y que quieras navegar este camino en compañía mía y de tantas otras mujeres valientes, del Mandala de la Musa y de este camino colectivo y experimental hacia un nuevo modelo y manera de expresar nuestro Liderazgo Femenino. Te honro y honro tu camino, por eso, quiero compartirte el mío para inspirarte a recorrer el tuyo. En mi libro Hablando con Dragones te comparto, paso a paso cómo logré transformar mi vida, liderazgo y propósito, para hacer magia con una historia que parecía predestinada. Si también es tu llamado, te invito a obtenerlo acá.  Con mucho amor, un abrazo de Musa. Alejandra Torres.

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Mi historia de Transformación Personal

¡Hola, Musa!Gracias por ser parte de nuestra Comunidad Musas. Tu presencia acá me hace sentir que es muy relevante que hablemos sobre el liderazgo femenino, la transformación, el emprendimiento con propósito, y sobre cómo las mujeres necesitamos despertar y tomar las riendas de nuestras vidas. Te quiero contar una historia. Sobre la pérdida total de una vida, y una transformación completa. La mía. Sobre mi renacimiento. Era enero del 2014. Estaba sentada en mi oficina. Todo afuera parecía estar normal. Mi equipo de trabajo de 20 personas que había formado con amor y presencia estaba ahí, trabajando. Me desempeñaba desde lo que me habían enseñado, en mi carrera de administración de empresas y luego en los bancos y empresas que había trabajado. Un rol de eficiencia y de cerebro. De coordinar a muchas personas; reunirme con muchas personas; concretar proyectos. Tenía una tarjeta de negocios que me daba un título y que me daba importancia cuando estaba interactuando con los demás. Allá afuera, tenía lo que muchos consideraban “la vida perfecta”. Un esposo considerado y presente, dos hijos divinos, el trabajo que soñé tener. Los amigos adecuados, los fines de semana en la finca, viajes.  Mi familia daba lo que podía y me amaban mucho. Pero yo sentía un vacío que no lo podía llenar ninguna cosa externa y tampoco ninguna persona. Por más de que me amaran y estuvieran ahí para mí, yo sentía que no era suficiente.  Sentía que algo me faltaba. Ese algo que me daba miedo aceptar, que me daba miedo articular. Ese algo era como un fantasma silencioso, que me nublaba mis días. Ese fantasma de mi insatisfacción me daba susto afrontarlo, porque adentro de mí sentía que estaba siendo caprichosa por el solo hecho de aceptarlo y de verlo en mí…”cómo te vas a quejar cuando lo tienes todo,” me decía a mi misma. Y seguía silenciosamente cargando mi sensación de desasosiego. De que algo no estaba bien. Pero me di cuenta de que ninguna herramienta, aislada, me serviría. Lo que necesitaba era un espacio y un tiempo para mirarme. Soltar las múltiples cargas que llevaba y darme un espacio para mí y para mi proceso de transformación y conexión con mi propósito. Como un náufrago que está a punto de ahogarse, no era suficiente un neumático. Mi vida me pedía más. Me pedía más integridad conmigo misma y con mi transformación. Me pedía que tomara responsabilidad por mi vida, y por lo que realmente deseaba de ella.  Y comencé a honrar ese llamado interior. Solté mi cargo, y renuncié en Mayo para entregar mi trabajo en Julio del 2014. Hice un proceso con mi esposo de sanar y revisar nuestra relación, y en ese mismo Julio de manera amorosa y respetuosa nos despedimos como esposos, manteniendo el acuerdo de ser padres presentes y unidos.  Luego, en agosto del 2014 me hice un chequeo de rutina que me encontró un tumor, evidenciando aún más que tenía que sanar profundamente. Fue un llamado de vida o muerte. Un llamado hacia mí misma para sanar. Y de estar dispuesta a perder. Perdí la estabilidad de una relación de pareja de más de 17 años. Mi cargo importante. Muchas cosas materiales. Y entré a un espacio que duró exactamente 9 meses. En la perfección y belleza de la vida, fui llamada a transformarme y renacer. Fui armando mi propio camino, que consistía en ahondar más en las constelaciones para sanar dinámicas de familia, escribir mucho, hacer yoga, caminar en la naturaleza, cantar. Dejarme llevar por mi voz interior, y aprender a abrir mi corazón y a quitarme la armadura con la cual me había habituado caminar. Y en ese camino de transformación, poco a poco, fui soltando y transmutando lo que ya no servía. Llegué a conocer mi esencia más profunda. En el silencio y en mi quietud, encontré una fuente inagotable de vida, propósito y de vitalidad. Encontré herramientas ancestrales de conexión conmigo misma y mi esencia femenina. Sané. Respiré. Volví a ser dueña de mi vida y de mi tiempo. Empecé a fluir. Llené mi copa de amor propio. Y a nutrir mis raíces. Luego de 9 meses, me sentí renaciendo. Sané mi tema de salud complejo. Empecé a expresarme más auténtica. Ya no era la misma de antes. Empecé a desear vivir diferente. Tomé un trabajo, mientras me dediqué a sacar un disco de mis canciones que había compuesto durante mi proceso. Empecé a articular eso que había vivido.  Y me di cuenta de que quería estar al servicio de mi propósito. De mujeres como tú, que a veces necesitan hacer un paro en su camino, regalarse un espacio y un tiempo para revisar sus vidas, y renacer.  Porque:– Sé lo que anhelas, y también sé de lo que eres capaz. – Me he podido sanar, transformar y empoderar, y esta es la medicina que te puedo ofrecer.  – Te podré dar un mapa, una luz y una guía para tu propio camino interior. – Tengo un kit de herramientas muy valioso para tu viaje, que he aprendido en el camino. – Te puedo enseñar a que conectes con tu creatividad para que revises lo que más te gusta, en alineación con tu esencia y propósito. – Entendí lo que es realmente el liderazgo, desde adentro hacia afuera. – Pude gestar abundancia de nuevas formas, más alineadas con mi propósito. Por todo esto, sería un placer acompañarte en tu exploración, te comparto el testimonio de Ana Delgado quién cursó el último ciclo de Despertando a tu Musa. \»Llegué atraída a Musas por su lindo nombre y por su mentora, Alejandra, con quien sentí una conexión y confianza inmediata. Ahora estoy cursando el noveno mes de Despertando a tu Musa. Después de un trabajo profundo, y de acercarme a aspectos de mi vida de los que me voy volviendo cada vez más consciente, recuerdo esta frase: “No puedes viajar por el camino hasta que no te conviertes en el camino en si mismo” (Buda). Y

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