feminidad

Los 4 arquetipos de nuestros ciclos femeninos

La siguiente información la transmito de unas fuentes muy sabias, nada de esto lo he escrito yo. Miranda Gray y su libro Luna Roja, y la Dra. Christianne Northrup y su antología sobre el cuerpo femenino llamado Cuerpo de Mujer, son unas fuentes muy recomendadas para empezar a profundizar más acerca de nuestra ciclicidad femenina.  Ahora bien, me pregunto, ¿por qué no nos enseñaron estas cosas en secundaria, cuando nos hubiera hecho tanto bien? ¿Por qué el tema de nuestros ciclos y nuestra menstruación lo callamos e ignoramos? Cuando menstruamos, nos enseñan a controlar nuestro periodo, a ponernos tampones para que no se vaya a notar y que podamos continuar nuestras actividades como si nada estuviera pasando. Nuestras madres a duras penas nos hablaron de esto cuando comenzamos a menstruar. Y tristemente, si tuviéramos accesible y celebráramos este conocimiento, en vez de callarlo, ¡como de diferente serian las cosas! Me imagino mujeres más felices y con menos síntomas dolorosos asociados a la menstruación, parejas mas felices, familias mas armoniosas y por ende un mundo mas equilibrado y cíclico. Porque ignorar nuestros ciclos es como tapar la luna con una mano… Entre más nos resistimos a nuestra ciclicidad, más vamos a sentir los síntomas asociados. Cualquier tema de salud, y de tu cuerpo, que no escuchas, solo se acentúa. Entonces, al integrar nuestros ciclos y al permitir sentir estas fases en nosotras, podremos integrarlos mejor y vivir menos incomodidad asociada a ellos. Y además, entre más estemos conectadas a nuestros ciclos, podremos empezar a celebrarlos y a acceder a nuestro superpoder de la creatividad y la intuición…¡ahora les cuento cómo! A nivel físico, que tiene lugar cada 28 días, igual que las fases de la luna, consta de cuatro fases: preovulatoria, ovulatoria, premenstrual y menstrual. Cada fase trae sus emociones y también sus síntomas físicos. Y además, como dice Miranda Gray en Luna Roja, pp 81-82: “el cuerpo femenino responde a las fases lunares: pero el ciclo de la luna no es solo el calendario del cuerpo de la mujer sino que es también un indicador de los cambios que se producen en su consciencia….El periodo promedio del ciclo sinódico de la luna es de veintinueve días, doce horas y cuarenta y cuatro minutos… En su fase oscura (luna nueva), la cara luminosa no se puede ver desde la tierra, pero después de unos pocos días se hace visible en el cénit como luna creciente y únicamente en el momento en que se pone el sol. En los días siguientes va aumentando gradualmente hasta llegar a apreciarse como una semiesfera, la cual empieza a ascender a partir de la puesta del sol. Luego continuará creciendo hasta transformarse en luna llena, la cual puede observarse desde el momento en que el sol se pone, culminando a medianoche. Posteriormente empieza a disminuir su luz (luna menguante) hasta que solo es visible al amanecer, poco antes que salga el sol. La mayoría de las mujeres mantienen una interacción con el ciclo lunar de una de estas dos formas: bien sus menstruaciones coinciden con la fase de luna llena o bien con la luna nueva. Es posible que el ciclo femenino no tenga exactamente la misma duración que el lunar, pero puede alargarse o acortarse para que cada mes la menstruación aparezca en un momento próximo a esas dos fases.” Entonces, un primer ejercicio de conexión con tu relación con la luna, es anotar en tu diario, tu ciclo menstrual y su relación con la luna. Puedes, como sugiere Miranda Gray, dibujar un circulo con ruedas, como la llanta de una bicicleta, donde cada línea es un día de tu ciclo menstrual. Comienza a observarte, y anota: tu nivel de energía, tus emociones, tu estado de salud, tu sexualidad, tus sueños, y tus actividades y facultades. Vas a ver temas recurrentes, niveles de energía que se repiten, y vas a conectarte mejor con tu propio ciclo, permitiéndote sentir tu rango normal de emociones, niveles hormonales, y la marea que somos realmente por dentro. Ahora bien, en la mitología, las energías de la mujer se describían en cuatro etapas que reflejaban las fases de la luna: La Virgen, o Doncella, y la luna creciente representan la fase entre el final del sangrado hasta el comienzo de la ovulación: las energías correspondientes son generativas, dinámicas, inspiradoras, brillantes… La luna llena, representa las energías del periodo de ovulación, y son las de la Madre…acá dice Miranda Gray (pag. 85) que “la creatividad interna de la madre surge para crear una nueva vida…” son energías más nutridoras, amorosas y enfocadas en nuestras relaciones… La fase menguante refleja la reducción de la energía física desde la ovulación hasta la menstruación…y se asocia con “un aumento en la sexualidad, la creatividad, la magia, las energías destructivas internas y la conciencia.” (pag. 85). Esta fase se asocia con el arquetipo de la Hechicera, o Sacerdotisa. Finalmente, la luna nueva es el arquetipo de la Bruja Negra, o Anciana, donde se encarna a la mujer que se retira del mundo, para entrar en introspección y en su energía interior espiritual. Aquí se gestan nuevas ideas, nuevos proyectos o emprendimientos, y lo nuevo. Se cierra el ciclo para poder comenzar uno nuevo. Si deseas conectar con tu poder pleno como mujer, desatarlo, y volar; te invito a leer mi libro Hablando con Dragones, donde te comparto mi camino de transformación, liderazgo, propósito y emprendimiento, con sus prácticas y paso a paso, para que tú también puedas ser la creadora de tu vida bajo tus propios términos. Puedes obtenerlo con mi Paquete de Poder, Impacto y Propósito, acá. Entonces, Musas, abracemos nuestra complejidad y diversidad al saber que No somos una mujer, somos cuatro.  La próxima semana te contaré mas acerca de los cuatro arquetipos, ¡gracias por leernos! Un abrazo de Musa, Alejandra Torres.

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Las musas somos Vitales y Cíclicas

Somos vitales y cíclicas. ¿Qué significa esto? A continuación, te cuento qué puedes hacer para ser una mujer en constante renacimiento, sanación, transformación y evolución: Aprende a celebrar tus ciclos femeninos.Planea tus actividades de acuerdo con la fase del ciclo menstrual en la que te encuentras. Regálate tiempo de recogimiento durante tu menstruación para descansar, hidratarte y cuidar tu cuerpo. Aprovecha el tiempo para meditar, ensoñar y conectar con tu sabiduría interior.  Acéptate, cuídate y ámate en cada momento y fase de tu vida. Rompe las creencias que nos enseñan acerca del envejecimiento lineal y fatídico que nos espera, y entiende que una mujer puede ser vital a cualquier edad y que la menopausia no afecta la vitalidad. Es más, hay mujeres que se sienten más plenas y vitales después de la menopausia. Entiende que la vitalidad es cíclica y se renueva constantemente con los ciclos de la luna y los grandes ciclos de vida tuyos como mujer.  Nutre tu energía femenina, desarrollando prácticas para conectarte con tu cuerpo y para sanarlo. Abre espacio en tu vida para cultivar tu energía femenina, que es el descanso, la receptividad, la reflexión y la creatividad para crear una vida tejiendo relaciones y proyectos sin necesidad de correr ni atafagarte. Toma el tiempo para soltar tareas y recogerte, soñar despierta, hacer visiones de lo que deseas, conectar con tu propósito de vida, y nutre y recarga tu energía vital. Conéctate con la naturaleza, entendiendo su capacidad para nutrirte y recargar tu energía. Refuerza tu conexión con la Madre Tierra para recargarte física y espiritualmente. Siéntete sostenida por la Tierra y por el Universo mismo; siente y cultiva tu conexión natural con ella y su energía. Abraza y ama tu cuerpo tal como es, mira lo hermosa que eres, deja brillar tu belleza desde tu conexión y sabiduría interior. Celébrate como una mujer en constante renacimiento, sanación, transformación y evolución, independientemente de tu edad. Expresa tu feminidad de una manera autentica y natural. Agradece tu feminidad y tu cuerpo que da vida, celebra tus ciclos menstruales y tu conexión con la fuerza sagrada de lo femenino. Vístete y adórnate para expresar tu autenticidad, belleza natural y feminidad. Algunas prácticas sugeridas para cultivar tu vitalidad 1. Conéctate con la Madre Tierra, abraza un árbol, sal a caminar en la naturaleza, y escucha lo que te dice. 2. Mírate al espejo todos los días y di, Te amo. Completa y absolutamente. 3. Meditación de arraigo.Cuando medites, visiona que pones los pies firmemente sobre la tierra y siente como te salen raíces. 4. Hazte un baño y conéctate con la energía del agua, deja que te limpie y te recargue tu energía. 5. Saca tiempo para el descanso, la hidratación, el sueño y la meditación, para nutrir tu energía especialmente en la semana de tu menstruación. 6. Abrázate como la mujer hermosa que eres. Hazte un masaje de conexión y celebración de tu cuerpo. 7. Aprende sobre los ciclos lunares y sobre las energías arquetípicas de cada mujer en las cuatro fases lunares (doncella, madre, sacerdotisa, anciana). Permítete ser cíclica, siente tu cuerpo todos los días y lo que te está diciendo. Si deseas profundizar en tu proceso de renacimiento, sanación, transformación y evolución, te invito a leer mi libro Hablando con Dragones, dentro de mi Paquete de Poder, Impacto y Propósito, acá. Un abrazo de Musa, Alejandra Torres.

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La creatividad nace del caos previo al saber

Quiero hablarte de ese espacio caótico y oscuro del cual nace la creatividad. Me lo imagino como debió ser el espacio-tiempo antes del Big Bang. O también como la sopa cuántica de la cual surgieron los primeros seres vivos de nuestro planeta que fueron las cianobacterias, nuestros primeros antepasados. Y si te detienes a pensar en el Universo y lo inestable y caótico que es, con estrellas naciendo, quemándose y luego volviéndose supernovas, estallando a millones de años luz de nosotros…cuando entiendes que hay hoyos negros donde ni la gravedad ni el tiempo existen como las conocemos, cuando ves que planetas han nacido y han muerto, sin tener siquiera una atmósfera para soportar la vida…puedes entender que vivimos en un Planeta relativamente… estable. Y cuando ves que tu planeta y hogar te han dado el calor del sol, plantas y animales para consumir, y aire para respirar, mientras vas viajando a miles de kilómetros por hora por entre el espacio, y que tu vida es un instante apacible dentro del caos del Universo…empiezas a conectar con gratitud con el milagro que eres tú, y que es tu vida. Y lo estable y cómoda que es. Y así, como la chispa del Big Bang, como la explosión de ese planeta contra la Tierra que ocasionó que se pudiera formar de la forma sostenedora de vida que luego adquirió, son momentos de explosión creativa. Del caos y de la colisión, nacieron nuevas Cosas épicas. Especies enteras. Del dinosaurio al mamífero, del mamífero al humano. Venecia. Paris. Bogotá. Lugares, formas de vida, recetas, moda, colegios e instituciones, familias y formas de organizarnos, liderar, emprender y amarnos. Y así nos ha pasado como seres humanos, viviendo de cataclismo en cataclismo, de guerra en guerra, nación en nación, migraciones, esclavitud. Y ha sido en esos momentos que más se movían las cosas, que llegaron las invenciones e innovaciones más importantes y significativas… la música, el jazz, la electricidad, la penicilina. Entonces me pregunto, ¿por qué nos da tanto miedo el caos? ¿Por qué nos enseñan que el cambio es peligroso, costoso? Claro, no desconozco las guerras y el caos que hemos vivido como especie. Sin embargo, las condiciones de la vida misma son estables. La gravedad nunca deja de actuar de repente, ni hay dragones enormes volando por ahí listos para raptarnos.Y nos da miedo el cambio. Aún sabiendo y sintiendo que el cambio es bueno para la transformación, que en las estaciones mismas hay momentos de siembra, de cosecha y luego de muerte para renacer, nos empeñamos en vivir vidas estables y lineales, insistimos en no tener que vivir en caos, en no querer “perder”. Creo que ese miedo a los cambios y al caos, juntado con la presión que hay en nuestra sociedad de solucionar rápido y eficientemente las cosas, ahoga vastas posibilidades de generar nuevas ideas, de fomentar la creatividad, el emprendimiento con propósito, nuevas formas de liderazgo e innovación que están ahí latentes en nosotros. Algo leí hace poco acerca de las condiciones en las cuales florecen la creatividad. Y en un artículo que recorría los estudios y espacios de trabajo de grandes artistas, mostraba que el desorden era una característica común de las mentes creativas. No se pueda generalizar esto (conozco también a personas muy creativas que son muy ordenadas) pero me hace pensar que hay algo en el desorden, la no estructura, el no saber, el momento caótico antes de la chispa, que se debe cultivar y permitir para que florezcan nuevas ideas.  Incluso el famoso bloqueo de muchos artistas, escritores, y demás, es también el momento previo a la gran idea, a la gran inspiración. Hay un caos y un bloqueo mental, que son momentos muy incómodos para una persona creativa…y de repente, llega…la idea, el flash de la intuición. La solución, la transformación. Entonces, para que florezca la creatividad, en vez de cultivar la sensación que lo sabemos todo, que no necesitamos crear nada nuevo y que debemos resolver rápido, te invito a empezar a cultivar la sensación de que NO lo sabes todo, y que estás abierta a ver nuevas posibilidades. Esto aplica para todas las áreas de tu vida, desde una receta hasta un problema en tu trabajo o emprendimiento. Como seres humanos, tenemos una capacidad increíble de solucionar problemas y de inventar formas nuevas de hacer las cosas, de liderar, de vivir y emprender en propósito. Las mujeres tenemos una manera especial de crear…desde nuestra energía. Si usamos nuestra energía femenina, creamos menos desde el hacer y más desde el ser y gestar. Para cultivar esta energía, primero debemos aprender a abrazar los cambios y el caos. Segundo, abrir nuestras mentes y nuestros corazones, permitir que las ideas maduren y se gesten en nosotras o a través de nosotras.  Y sentir las cosas, conectar con la fuerza de cada idea nueva, permitir en vez de controlar, soltar y fluir con la idea en vez de planearla y estructurarla. Claro, luego podremos usar más nuestra energía masculina cuando veamos que es el momento de materializar y darle mas forma a la idea. Sin embargo, crear viene de otra energía distinta, viene del Universo mismo, de ese Big Bang y de esas estrellas…viene de todas las ideas y la conciencia colectiva pasada, presente y futura. Si resuenas con este tema, puedes cultivar tu creatividad y capacidad para transformar tu vida, liderazgo y emprendimiento con mi Paquete de Poder, Impacto y Propósito, acá. Un abrazo de Musa, Alejandra Torres.

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La creatividad en hombros de gigantes.

Muchas veces sentimos que las grandes ideas y las importantes obras de creatividad nacen solas, de grandes y prodigiosas mentes. E idealizamos a ciertos personajes porque creemos que son cerebros y almas solitarias, que actúan de manera aislada e individual. Pensamos que la creatividad es un acto casi heroico e irrepetible. Este pensamiento nos aleja de la magia de crear y validar las creaciones de cada una porque nos hace pensar que no tenemos las capacidades ni la brillantez para expresarnos, ni para crear algo de valor. Este pensamiento es falso, porque en realidad como dice una cita famosa en latín, no hay nada nuevo debajo del cielo. Y hay otro pensamiento que me llega, y es que estamos paradas en hombros de gigantes.  Ven y te cuento una historia… Hace un año y 9 meses, murió mi padre: arquitecto, empresario, apasionado por el arte, la música y los libros. Este hermoso ser duró toda su vida coleccionando obras de artistas colombianos. Lo hacía silenciosamente y gradualmente, solo por el puro placer y gozo de conectar con estas expresiones de arte y de memoria, de valorar el arte colombiano, y de actuar como custodio de un pedazo de la historia de nuestro país. A lo largo de los años, cultivó una mirada auténtica. De forma silenciosa, gradual y sin pretensiones, fue coleccionando expresiones de causas sociales y políticas, las cicatrices de la violencia y el amor en el cuerpo real, colectivo e imaginario, y la belleza de nuestra naturaleza. Como hermanos, cuando íbamos a decidir que hacer con la colección, vimos que eran más de 100 obras. Y que tenían una historia que contar. Y que esas obras eran más grandes que nosotros y nuestros pequeños intereses individuales, y que ellas debían permanecer juntas y al servicio de algo más grande. Entonces decidimos crear un proyecto con propósito, que honrara este legado y lo ofreciera a la sociedad, en este momento histórico en el que nos encontramos en un cruce de caminos, entre la paz y la violencia. Decidimos crear Fundación Casa LET, un espacio dedicado a promover la transformación social por medio del arte. Es un espacio generado por las obras mismas, y la extensa biblioteca que también coleccionó mi papá, y que cuenta con una sede ubicada en la Calle 67 con 7ª. Casa LET. Sede que esperamos poder remodelar y llenar de espacio para las diversas manifestaciones del arte, la cultura, y el aprendizaje. LET porque así llamábamos a mi papá, Luis Eduardo Torres. Y también, por lo que invita esa palabra en inglés: a permitir, a soltar, a fluir. Y hace poco leí algo que escribió en 1970, que decía: “Para empezar comencemos diciendo que la Arquitectura es creación. Y por lo que es creación, Arquitectura es Arte”.  Esa cita me trajo lágrimas a los ojos, porque vi que muchas de sus búsquedas, eran hoy las mías. Y que estaba parada en los hombros de un gigante, así como él también sobre hombros de mujeres y hombres que habían antecedido sus búsquedas y dado leña para su fuego. Cuando veo a mi madre, también honro que es toda una diosa creadora y creativa. Desde su capacidad de cruzar un océano y una cultura para venir a vivir en Colombia, su amor por la literatura, la música y la libertad, desarrolló una vida auténtica. Su batería y su expresión del jazz y la improvisación en vivo, que en sí solo ya es todo un arte, su conocimiento y sabiduría que siempre compartió conmigo, y su pasión por la enseñanza y el aprendizaje. Me enseñó a escribir (literal porque fue mi profesora de inglés y literatura en el colegio), a buscar la igualdad de las mujeres y nuestro empoderamiento. Ella recibió su amor hacia la música y la literatura de parte de su padre y su abuelo materno, y así sucesivamente en una cadena sin fin, de ancestros. Y sus búsquedas y sus expresiones se convirtieron también en las mías. Cuando empecé a cantar en una banda de rock, me sentía muy única y rebelde. Y me tomó tiempo darme cuenta que yo retomaba desde la música esa vena creativa y de expresión que me legó mi madre. Estaba continuando un legado, no siendo la única e irrepetible rebelde. Como creadora de estos dos proyectos, el de Musas y el de Fundación casa LET, reconozco y honro que estoy parada en estos grandes hombros. Cuando vemos las ideas y la creatividad alrededor nuestro, muchas veces las vemos como nuevas, únicas e irrepetibles. Y no entendemos que en realidad, nada en el universo, es nuevo. Y que todo ha sido dicho y creado. Entonces, ¿por qué creamos? O mejor, ¿para qué creamos y nos expresamos desde nuestra creatividad? Pues… porque nadie en el universo ha sido creado exactamente igual que tú. Porque tú eres la que es única e irrepetible. Si bien las ideas y los conceptos han sido ya creados, tú como canal de esas ideas y manifestaciones, eres lo único y nuevo. Y eres un instante de respiro del Universo.  Y puedes pensar que ya se ha dicho lo que quieres decir, o que ya alguien más es mas experto que tú, o que tu idea no es novedosa. Y tienes razón. Tu idea no es novedosa. Pero cuando reconozcas que lo novedoso y único es como TÚ expreses esa idea, y como resuenas con ella y creas una energía creadora a través de tu idea… cuando honres a tus maestros, te pararás más firmemente en los hombros de gigantes. Y expresarás de manera única, lo que tú y solo tú viniste a decir y a crear. Entonces te pregunto, ¿cuál es ese mensaje único y esa creación que viniste a crear y a expresar a este mundo? Yo decidí compartir mi mensaje también a través de mi libro, Hablando con Dragones. En él describo y ofrezco prácticas de sanación y liderazgo que aprendí y desarrollé hace años y exploré en carne propia, y que hoy comparto contigo como mujer. Te invito a obtenerlo acá, en mi Paquete de Poder, Impacto y Propósito.  Un

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Las 9 musas de la creatividad

Me gusta conocer y explorar la historia de nuestras narrativas. Explorar y entender de dónde vienen las palabras que hoy en día suenan tan comunes y tan corrientes. Y en ese sentido, me puse a investigar sobre dos palabras: Academia, y, pues, Musas.Y, como lo había especulado, ambas nacen en la antigua Grecia, la cual es nuestra madre de la civilización occidental. Digo madre y no padre, porque fue en Grecia que nacieron las artes, la filosofía, la primera versión de la democracia, la cultura, el culto a los dioses y al fuego, y también los rituales y festivales que honraban a la Luna y a la Madre.Roma, por su lado, llegó luego y diría que representa el padre de nuestra civilización occidental. Llegó con sus ejércitos, sistema de gobierno jerárquico, sus carreteras, la planeación de sus ciudades y territorios, la victoria de la mente y de la construcción sobre la naturaleza.Por eso rescato y busco en la historia, ese origen de lo femenino que llevamos en nuestro ADN, rescatando como arqueóloga los arquetipos originales de donde venimos. Y he encontrado cosas increíbles. Primero, que el nombre Academia viene del griego, y se refiere al jardín de un hacendado llamado Academus, quien lo ofreció a la comunidad para que Platón pudiera sentarse ahí a impartir su conocimiento, al aire libre, con sus aprendices. Entonces, reflexiono que este nombre de Academia realmente es un jardín de conocimiento, un espacio verde y vibrante, colectivo, donde los estudiantes y el(la) profesor(a) se sientan en círculo, a compartir y a aprender juntos. Me gusta este nombre, Academia. Lo segundo que encontré, y que pude corroborar personalmente en un viaje reciente a Grecia, fue la presencia y el poder de las Musas. Este nombre siempre me había cautivado, y cuando me llegó el momento de gestar este proyecto de vida, este emprendimiento con propósito, el nombre me cayó en una intuición, como un relámpago, a mi cabeza. Y desde entonces, conecto con la energía de las Musas y su esencia femenina, su belleza, su arte y su intuición; su sabiduría femenina.  Y eran 9 – otra sincronía que veo, porque el número 9, pues, me encanta. Porque es el número sagrado de los indígenas de la Sierra, representa las dimensiones del Universo. Son 9 las dimensiones de un tótem, símbolo ancestral de algunos pueblos indígenas de conexión con seres vivientes y no vivientes. Son 9 las canciones que escogí para mi álbum TOTEM. Y, en el Tarot el Ermitaño, Arcano número 9, “representa la sabiduría y el sentido de lo esencial. Es la apertura del camino hacia otros espacios del pensamiento, más universal, traspasando las fronteras, llevando el pensamiento a un lugar místico y espiritual” (www.numero-aleatorio.com). ¡Y este, es precisamente el propósito de nuestra Academia! Las Musas, desde la mitología griega, eran las deidades femeninas que inspiraban a filósofos, poetas, amantes, músicos, bailarines, e incluso las ciencias. Los grandes escritores y poetas atribuían sus inspiraciones a ellas, e incluso les hacían templos en sus casas, y mandaban a hacer estatuas para conmemorarlas y llamar sus presencias a sus espacios. Todas nacieron de Zeus y de Mnemósine (cuyo nombre significa memoria), luego de nueve noches de amor consecutivas… ¡tremenda faena! Cada una llevaba un tipo de arte y tenía una personalidad única, y estas eran (tomé lo siguiente liberalmente de un muy bien documentado blog en www.lifeder.com y chequeado contra la enciclopedia Británica, pero no me considero experta): Las 9 musas de la creatividad Calíope: La mayor de las nueve, representa la elocuencia y la poesía épica. Tiene una voz hermosa, y protege e inspira los trabajos poéticos, los artes retóricos, la música y la escritura. Su símbolo es una corona de laureles, una tabla para escribir, un libro o una trompeta. Acompaña a reyes y príncipes a ayudar a imponer justicia y serenidad. Clío: Es la musa de la historia y de la guitarra, los actos heróicos, y las famosas tragedias, comedias y sátiras griegas, así como narrativas de leyendas de héroes y heroínas. Ayuda a documentar la historia y es representada con un rollo de pergamino. Euterpe: La musa de la música, poesía lírica, canciones y melancolía poética. Lleva una flauta, o un arpa, e inspira a los músicos y poetas. Su nombre significa “la que deleita”. Erato: La musa del amor, el erotismo, y la poesía amorosa. De su nombre, que significa deseada, y su relación con Eros, el dios griego del amor y la pasión, nace la palabra erotismo. Es representada por la lira, una viola y un cisne, y también por una flecha. Melpómene: Su nombre significa “cantante” y lleva un cuchillo en una mano, una máscara de tragedia en la otra. Representa la tragedia y el teatro trágico. Polimnia: Musa de la retórica, la música sagrada, la intuición y el silencio, por esto es representada con un dedo sobre la boca. Conectada con su sabiduría interior, inspira a los meditadores y los que buscan servir a la sociedad. Terpsícore: Musa que deleita con su danza. Sale con un instrumento musical en la mano, atribuida como la madre de las sirenas. En la antigua Grecia el baile era muy importante y evidencia de cultura, y se practicaba en círculos o de mujeres o de hombres. Talía: Musa del arte, la comedia y la poesía bucólica, o pastoral. Concede alegría y felicidad a las personas, es divertida y alegre. Urania: Musa de los astrólogos, la astronomía, las ciencias y la poesía didáctica. Se ve con un compás o una esfera en la mano y una espiga en la otra, vestida con un mano de estrellas. Asociada con el aspecto místico, interpretaciones de las estrellas y predecir el futuro. Al conectar con la esencia de Musas, me llega esto: hay muchas fuerzas y energías que te inspiran, y que te enriquecen la vida con su creatividad. El arte viene de muchas formas, hay que abrir el corazón a la magia – y a la musa – de la creatividad. Te invito a conectar con tu Musa interior, tu energía arquetípicamente femenina que inspira y crea, con mi libro, Hablando con Dragones, acá. Un abrazo de Musa, Alejandra Torres.

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La creatividad es el lenguaje del alma

Escrito por:  Alejandra Torres La primera canción me llegó mientras veía dormir al padre de mis hijos, temprano una mañana. Nos estábamos quedando en un pueblito de Colombia de paredes blancas de bahareque y techos de teja de barro. Ahí, en ese silencio mientras se despertaban los gallos y los campesinos, me llegaron las primeras notas de una canción. La canción llegó completa, palabras y notas de melodía. Era una canción sobre una niña: una niña de miel. Que cuando cantaba, brotaban flores en sus pies.Muy emocionada, me senté a escribirla en mi diario. Luego de unos minutos de garabatear, ajustar, y editar, estaba lista. Y luego de un silencio que sonaba a final, sin ningún preaviso, en otro chorro de inspiración, me llegó otra canción. Esta era un blues, y era en inglés. A strange fascination, with losing control, delicious temptation with winning back my soul…Nos devolvimos ese día a Bogotá, yo entre incrédula y maravillada, porque había sido súbitamente golpeada por dos canciones. Aún no sabía que sus letras eran mensajes, mensajes profundos de mi alma, y de todo lo que llegaría a pasar en mi propia vida, mis búsquedas de liderazgo y propósito, y mi transformación. Y así, ha sido desde hace 10 años que escribí esas dos primeras canciones. Desde entonces he escrito 10 más. Ni más ni menos. Un día cualquiera, sin planear ni controlar, han llegado. Y debo decirles, que no soy música. No he sido entrenada para componer ni para producir ni para cantar. Yo solo he tenido que estar abierta, en silencio, lista para darles un espacio y una voz, en mi vida, y en mi diario. Me he movido tanto con estos súbitos chorros de creatividad que llegan de cuando en vez, que he llegado a producir mis canciones, a montarlas, a grabarlas, y sí, hasta a cantarlas. Y así fue como nació TOTEM, un disco con 9 de mis canciones, como las 9 dimensiones de un tótem ancestral. Decidí honrar este regalo porque me fui dando cuenta de que mis canciones narraban las distintas dimensiones de mi propio proceso de transformación, sanación, renacimiento y emprendimiento con propósito. El renacer de mi sagrado femenino, que como una libélula, sale de su capullo luego de gestarse 6 meses en el agua. El regalo de la creatividad, cuando llega, es como un niño silencioso. Si abres tu corazón, y te dejas invadir por lo que te llega, él juega feliz y travieso. Y puedes crear tu magia. Si dudas, o lo regañas por algún motivo – puede ser que te asustó, o que estabas ocupada en cosas “importantes”, o que no te gustó lo que te regala ese niño, o que no estaba lo suficientemente bien presentado – ese niño, como cualquier niño, se retrae y se esconde. Pero si te visita cuando estás lista para jugar, y permites que llegue lo que te llegue, es un juego muy divertido. Y también es una oportunidad para conocerte, para entender los mensajes de tu alma, y saber hacia dónde quieres navegar la barca de tu vida en propósito.Entonces, ¿qué es la creatividad? Hay muchas formas de definirla, y las iré abarcando en este espacio semanal de reflexión. En un nivel más personal, para mí la creatividad es el lenguaje de tu alma. Expresado por medio de símbolos, palabras, colores, tonos, sensaciones. Es un mensaje atemporal que no habla desde tu mente lógica y racional. Es un mensaje intuitivo que viene de la profundidad de tu subconsciente, y también de otras dimensiones, canalizada por otros seres para ti. Es un mensaje de profunda sabiduría y a la vez, tan sencillo.Te cuento esto porque creo que las mujeres nos sintonizamos de manera especial con la creatividad. Somos sensuales, sensoriales, más intuitivas y gestoras de vida. Tenemos una capacidad poderosa de pensar en símbolos , movimientos, sonidos. De crear verdaderas obras de arte, desde nuestro propósito, para nuestras vidas y emprendimientos. Entonces, si deseas abrirle un espacio a explorar tu creatividad, lo primero que tienes que hacer, es sencillamente eso. ¡Ábrele un espacio! Si esto incluye comprar un cuaderno y unos colores, ¡hazlo! Si esto implica tomar una clase de escultura, o canto, o lo que te apasione, hazlo. Saca el tiempo en tu vida para esa actividad que siempre quisiste hacer, y hazlo solo por el placer de hacerlo, sin pensar en los resultados o en las obras maestras que crearás. El espacio creativo es válido por el solo hecho de que estás permitiendo expresarte de una forma diferente. Y porque te estás poniendo a ti misma como primera prioridad, por un rato en el día o en la semana.  En mi libro, Hablando con Dragones, te invito a abrazar tu creatividad y magia para visionar y decretar lo que realmente desea tu alma. Puedes obtenerlo acá, en mi Paquete de Poder, Impacto y Propósito, y adquirir de manera gratuita mi MasterClass manifiesta tus sueños. ¡Ojalá empieces a sentir la magia de la creatividad en ti! Un abrazo de Musa, Alejandra Torres.

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¿Por qué hablar de lo femenino? Una mirada a nuestras historias.

¿Por qué hablar de lo femenino? Una mirada a nuestras historias Imagínate dos hilos de ADN. Ambos se entrelazan, el uno con el otro, para conformar esa hermosa imagen de escalera en espiral que todos conocemos. Ahora imagina que uno de los dos lados se fuera poco a poco deteriorando, debilitando, socavando. ¿Qué pasa con tu imagen? Inevitablemente, esa escalera se va contrayendo y cayendo sobre sí misma. Y así es como construimos nuestra sociedad imperante desde hace 2000 años. Con un lado más débil que el otro, fuimos construyendo mayoritariamente sobre un lado de la espiral, mientras que dejamos de alimentar y nutrir la otra baranda de la escalera que nos sostiene. Y por eso, vivimos liderazgos rígidos y con mirada a corto plazo con los que estamos llegando a una situación insostenible sin precedentes, cuyos síntomas incluyen el cambio climático, la escasez de nuestros recursos naturales y la contaminación de nuestro planeta. ¿De qué estoy hablando? Las civilizaciones más antiguas se inclinaban a la Madre (o lo que se refiere como lo “femenino”). Las primeras civilizaciones que surgieron en Egipto, India, y Grecia, así como las sociedades indígenas de nuestro continente, fueron civilizaciones prósperas y abundantes. Ellas veneraban a la Madre Tierra y entendían la conexión intima que tenemos los seres humanos con nuestro planeta. Crearon símbolos y diosas, rituales para nutrir y regular a los elementos y una fértil expresión espiritual, alimentando su conexión con la tierra, las semillas, y los ciclos naturales. Las mujeres tenían un papel importante en el cuidado de estos elementos, y como sacerdotisas cuidaban el fuego, iniciaban a los hombres en temas sagrados y espirituales, y compartían saberes sobre el cuidado y salud de la comunidad. Fueron sociedades más igualitarias, y fue en la antigua Grecia que surgió el primer modelo de la democracia (palabra que proviene del griego demos = personas y kratia = poder, literalmente significa el poder de las personas), el cual inspiró nuestros modelos de gobierno más recientes. Y luego, la balanza se empezó lentamente a inclinar hacia el otro lado. Por un lado, la antigua ciudad de Roma y la Iglesia Católica comenzaron a centralizar un nuevo tipo de poder, basándose en controlar a la Madre Tierra, buscar el dominio de lo racional sobre lo emocional y corporal, y erigir estructuras de dominio conocidas como “masculinas\». Lo más importante es que, como sociedad, se transformaron nuestras historias y narrativas. Pasamos de venerar a la Madre e inclinarnos hacia ella, sus ciclos, y elementos naturales, a priorizar el dominio del hombre, su control sobre la Tierra y su mente. Un mito que ayudó a quebrar las narrativas anteriores fue el que explica el nacimiento de Roma. Se postuló que los semidioses romanos Rómulo y Remo, quienes fundaron la ciudad, no tuvieron madre entonces fueron criados y amamantados por una loba. En ese momento de la historia se generó en las narrativas y simbología, una ruptura con la Madre. Roma y sus estructuras de poder fueron construidas sobre esta mitología que afirma la dominancia de lo masculino sobre lo femenino. Otra narrativa fue forjada por la Iglesia Católica y sus textos sobre las mujeres. Primero, afirman que la mujer nació de la costilla del hombre y fue hecha para servirlo. Segundo, cuentan cómo fue Eva la que incitó a Adán al pecado comiendo de la manzana de sabiduría que le ofreció una serpiente, y que el castigo dado por Dios fue tener partos con dolor. Esta imagen es poderosa, porque no solo refuerza que las mujeres con conocimiento son subversivas, cosa que luego fue llevada a extremos durante la Inquisición, sino que se resignifica a la serpiente, que fue símbolo antiguo de transformación y espiritualidad en las antiguas civilizaciones matrilineales, a verlo como instrumento malévolo. El arte y las imágenes que hoy existen en la Capilla Sistina refuerzan y perpetúan estas historias. Una vez establecidas las nuevas narrativas, se empezó a justificar un nuevo modelo de poder y domino de explotación de lo femenino. Se implementó a gran escala un sistema de colonización, explotación y dominio sobre la Madre Tierra que consiste en invadirla y y saquearla a ella, a las culturas indígenas y a los cuerpos de las mujeres, los cuales se convirtieron en un bien robable y violable por los hombres. Este modelo de poderío y dominio continúa hoy en día: lo único que ha cambiado han sido las herramientas y armas cada vez más sofisticadas con las cuales se practica. -Escultura del Rapto de Las Sabinas. Entonces nuestra civilización se ha dedicado a fortalecer desproporcionadamente un lado de la espiral, el lado que tiene que ver con la razón y la mente, controlar y planear el futuro, el dominio y la explotación. Y ha dejado de ver y nutrir el otro lado, el cual tiene que ver con la veneración a la vida, a cuidar el presente, a nutrir a la Madre Tierra, y al mundo de las emociones, al cuerpo y sus sentidos. ¿Por qué es importante ver nuestra historia? Porque si nos imaginamos peces, el agua de nuestra pecera consiste de todas esas narrativas e historias que nuestros antepasados sembraron y que continúan alimentando nuestra agua. Nuestro ADN contiene trazos de todo esto, nuestras abuelas y abuelos vivieron y creyeron en estas narrativas. Este es el agua de nuestra pecera, lo que llamamos un “paradigma”. Haz un ejercicio. Siéntate con esto, imagina tu pasado, tus antepasados y/o tus vidas anteriores si eso crees, siéntate con tu historia. Nosotras, como mujeres, tenemos la capacidad de nutrir el otro lado de la espiral; de recrear y rescatar historias antiguas sobre lo femenino  y de balancear los dos lados de lo “femenino” y lo “masculino” en un verdadero liderazgo equilibrado, y en la gestación de empresas con propósito que nutran y generen valor al entorno; para así, recrear una sociedad viable, próspera, abundante y con mayor equidad. Te invito a revisar tus narrativas e iniciar tu camino de transformación, propósito y liderazgo en equilibrio, con mi Paquete

¿Por qué hablar de lo femenino? Una mirada a nuestras historias. Leer más »

El ABC de la Transformación. Cap 4

El ABC de la transformación – Capítulo 4. “El Saber que Sabes” Y finalmente, después de muchos aprendizajes, errores y aciertos, llegas a la cuarta etapa de la transformación y al amor propio que es, El saber que Sabes. Porque después de un camino largo e incierto, poco a poco tu energía cambia. Y poco a poco, comienzas a manifestar una vida plena, en todos los aspectos. Porque al hacer cambios en lo que ya no es para ti, y luego de soltar y honrar tu pasado, comienza a llegar lo nuevo: nuevas formas de liderar, gestar emprendimientos con propósito, crear una vida plena y abundante. Imagínate escribir al final del año, o de tu proceso, un resumen de lo que este camino ha representado para ti. Comienzas: \»Este ha sido un año extraordinario para mí…\» ¿Acá qué escribirías?, deben ser cosas como: ~Realmente he encontrado mi nuevo propósito de vida. He lanzado emprendimientos desde ese propósito, he iniciado proyectos nuevos y me siento apasionada, comprometida, productiva, utilizando mis talentos por completo, relacionándome con un grupo estimulante de personas y aprendiendo de manera significativa. ~Estoy ganando más que suficiente al mes y he logrado superar mis propias creencias sobre la abundancia que podía llegar a mi vida. ~Tengo capital suficiente para invertir en viajes, mi proyecto de vida, mi arte, ahorros, y en mi familia. ~Mantengo mi felicidad y satisfacción en todas las dimensiones de mi vida, especialmente las relaciones, la salud y simplemente la diversión. ~Disfruto alimentando conexiones profundas. ~Me siento saludable, flexible y fuerte. ~Tengo tiempo para aquellos a quienes amo. ~Tengo tiempo para viajar, disfrutar de la vida y explorar. ~Continúo desarrollando mi proceso espiritual de transformación, con tiempo para rituales, creación, conexión a cristales, ciclos lunares, meditación, y expresión artística. Aprendo nuevas formas de desarrollar lo sagrado femenino, y continúo manifestando y equilibrando mis aspectos femenino y masculino en mi liderazgo y mi vida. ~Continúo desarrollando una verdadera conexión de alma gemela, trascendiendo mis miedos, conectando desde un lugar profundo de compasión y amor, con suficiente tiempo, energía y compromiso para disfrutar y desarrollar la conciencia de mi alma a partir de este amor multidimensional. ¿Acá qué escribirías?, deben ser cosas como: ~Superar mis creencias limitantes, que incluyen la culpa y no sentirme lo suficientemente digno. ~Alcanzar nuevas formas de prosperidad financiera derivadas de mi propósito. ~Aprender a equilibrar la vida y el liderazgo desde la nueva forma de manifestación, desde lo femenino y mi propósito. ~Volver a tener la disciplina en mis rituales personales de salud. ¿Acá qué escribirías?, debes hablar sobre cuál sería tu imagen o metáfora de tu diosa interior, en quién te quieres convertir.  Acá algunos ejemplos: Una diosa del amor que tiene el coraje de trascender, transformar y realizar la alquimia real de su proceso de amor y conciencia. Una sacerdotisa que tiene un poder femenino profundo de creación y manifestación y puede canalizar la verdad, la sabiduría, la claridad, el liderazgo y el propósito. Una curandera chamán, que puede curarse a sí misma y a los demás profundamente, y mantener y desarrollar una conexión con la tierra. Si deseas iniciar tu camino de transformación, puedes hacerlo a través de mi libro Hablando con Dragones, en mi Paquete de Poder, Impacto y Propósito, acá. En él te entrego herramientas claras y te cuento, paso a paso, cómo logré hacer alquimia con una vida que parecía ser predestinada. ¡Porque te deseo un camino de manifestación, de la vida soñada en cada uno de los aspectos de tu vida. No te mereces nada menos! Un abrazo de Musa, Alejandra Torres 

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El ABC de la transformación. Capítulo 3

El ABC de la transformación. Capítulo 3. “El No Saber que Sabes” Y va pasando el tiempo, y te das cuenta de que emprendiste un camino del alma y del corazón. Un camino hacia el amor incondicional, el propósito y la transformación. Acá es cuando empiezas a entender cómo es vivir desde el corazón. Y hay veces que quisieras regresar, pero ya no puedes. Les cuento una historia… Julio 2015 “Este es un camino totalmente incierto, sin ninguna garantía. Sin ninguna certeza. Con la soledad, el dolor y el amor brotando por cada poro, con la cara roja de la culpa y la vergüenza, porque amé demasiado, me tropecé y deambulé torpemente. Caminé en círculos, sin llegar a ningún lado, con los ojos vendados y sin encontrar mi verdadero centro, mi propósito. Busqué a mi corazón tanto y con tanta hambre que con mi mano rasguñé la piel de mi pecho y lentamente esta armadura se fue abriendo, con dolor y sangre, con cada rasguño más profundo fui labrando un camino, abrí mi piel y mi pecho, metí mi mano, saque mi corazón y lo levanté al frente mío. Y me dejé guiar por eso que llamamos corazón pero que son las emociones y el alma. Las emociones caprichosas y cambiantes, el alma esencial y duradera, el centro y la paz. Por qué están tan cerca una de la otra, no lo sé; estos dos aspectos tan duales, tan distintos… Pero este camino es todo menos paz. El camino de transformación, propósito y liderazgo está lleno de letreros falsos que te indican una salida, y que luego llegan a un claro en la mitad del bosque donde tu única opción es devolverte por donde venías y, con la mirada baja y triste, volver a retomar. Y además es un camino donde sabes que ya no puedes regresar. Porque una vez tu corazón lo sacas así del pecho, en esta búsqueda insaciable, este ya no te cabe donde estaba antes. Y tu única opción es llevarlo así, ridículamente y ostentosamente al frente tuyo, por donde vayas. Así, desprovista de mi usual armadura, vulnerable como un gusano totalmente blando color rosado albino que nace sin ojos y sin nada duro que lo proteja. Así salí. Y así camino. Como un gusano, siento absolutamente todo. Siento un dolor desgarrador, siento el detener del tiempo; porque cuando estás así tan vulnerable, todo se siente mil veces más y más lento que en la vida normal. A veces hay días tan desesperanzadores que tengo unas ganas enormes de cavar un hueco y meterme allí dentro, y volver a lo conocido, a la certeza del ego, a todas los castillos de naipes que durante años construí con fría lógica y extrema precisión, a un liderazgo inflexible y agotador, al control de mis emociones y circunstancias, al control de todo y de todos, pero más importante, aún al rígido control de mí misma. Y así volver a un corazón chiquito pero hermético. Oculto, seguro. Donde todo parece perfecto visto desde afuera. Pero ya no puedo volver, ya no puedo volver a mi lugar seguro, estoy acá como un gusano sintiendo el aire que me roza la piel, y sufriendo cada ondulación del camino, cada soledad más profunda que la anterior, cada paso en falso más profundo y costoso…qué ironía que caminar el camino del corazón te lleve a dudar de tu mismo corazón de una forma tal que sientas a veces la imperiosa necesidad de cubrirlo, de no dejarlo sentir tanto, de cerrarse para poder tener la fuerza y el coraje de continuar.” Si sientes esto, ya empiezas a ver que ese camino de la transformación es el del amor propio, y le cuesta al corazón abrirse, le cuesta al ego soltar sus viejas formas de pensar, liderar y de actuar. Pero empiezas, casi sin darte cuenta, a: Ya aún no Sabes todo lo que sabes. Pero ya Sabes. Te invito a reconectar con tu interior e iniciar tu camino de transformación con mi libro, Hablando con Dragones, con el cual podrás autoexaminarte y aplicar herramientas tangibles para tu sanación y empoderamiento. Adquiérelo acá y obtén de manera gratuita acceso a mi MasterClass Manifiesta tus Sueños y a nuestra Comunidad Exclusiva de mujeres líderes y emprendedoras en procesos de transformación. Un abrazo de Musa, Alejandra Torres.

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El ABC de la Transformación. Capítulo 1

El ABC de la transformación – Capítulo 1. “El No Saber que No Sabes” Les comparto algo que escribí cuando estaba en la primera fase de mi camino de transformación,  amor propio, y conexión con mi liderazgo femenino y propósito. Mi momento de despertar. El arranque, el saber que hay algo que no encaja del todo. Pero estás ahí. En el No Saber que No Sabes. Lo nuevo todavía lejos, impalpable. Pero su energía sale y te llega al alma, y te empieza a llamar. Febrero 2014… Hoy tengo ganas de llorar. Llorar desconsolada y profundamente. Acabo de salir de una exitosa reunión donde todo ha salido bien, donde todo ha fluido de una manera increíble como en las películas, y donde siento una profunda satisfacción en mi carrera, de largos años en gestación. Siento que a cierto nivel estoy llegando a momentos en mi vida que son muy altos, como llegar a una cima de una montaña. Y esto me da mucha felicidad. Pero mi tristeza es a otro nivel. Es una tristeza profunda. Porque además tengo una familia que me adora y a quien he adorado. Un esposo perfecto, considerado, respetuoso, amigo. Un cómplice de vida. Empezamos hace 17 años un viaje hermoso y  comprometido, fiel y que ha generado muchos frutos, unos hijos hermosos y perfectos, unos lugares especiales que hemos construido a lo largo de los años, proyectos trabajados en conjunto, emprendimientos… Y además para colmo de males, tengo una familia extendida ejemplar, unos suegros adorados, unos abuelos únicos que nos han apoyado siempre, y además unos hermanos con los cuales he venido cultivando una unión familiar muy fuerte y duradera. Y adicional a todo eso, que además reconozco que muchos ni siquiera logran tener, tengo varias dimensiones que me dan placer y felicidad. Por ejemplo, canto en una banda de rock. Y ahí he aprendido a encontrar mi voz interior, a sanar y a proyectarme. A comunicarme desde otro lugar, sin temor a ser juzgada, desde este espacio he creado algo muy especial que es muy mío, muy personal y auténtico pero que cuando lo comparto genera una especie de magia. También me gusta subir montañas y estar en la naturaleza, como una comunión espiritual y mágica. Y tengo además esta felicidad de poder caminar y subir monte, y tener la salud y vitalidad y sensibilidad para recorrer, agradecer y comunicarme con la naturaleza, los pájaros me hablan, las libélulas me saludan y el viento y las nubes me dan mensajes ocultos que yo interpreto. Y que atesoro. Y entonces, ¿qué pasa?,  ¿Por qué estoy empecinada en estar triste? Porque el corazón es caprichoso, quiere además tener otras cosas, otras emociones, deleitarse en cosas distintas. Pero es mi corazón, mi estúpido y caprichoso corazón que no ve todo lo que tiene ni reconoce el valor de lo que ha creado, que además quiere más. Quiere de pronto recrearse, abrir nuevas posibilidades, sentir el placer de emociones diferentes. Quiere explorar en terrenos poco explorados. Y esto me ha volcado, con hambre de alma (y esto no entiendo muy bien por qué tengo esta hambre que ni siquiera sabía que tenía) hacia una atracción profunda e inexorable con mi música. Cuando oigo la música se mueve algo muy profundo, algo casi genético, algo que tengo en mi ADN, en mi sangre y en mis ovarios, un reconocimiento a los músicos de mi familia, a mi mamá quien tocó apasionadamente jazz y bossa nova en la batería, a mi abuelo quien tocó jazz y blues en pianos desde Nuevo Orleans hasta Chicago, a mi papá quien tocó y cantó boleros en su guitarra. A mi tía quien grabo discos y ganó premios por sus canciones de los años 70s. A mi hermana que batiendo todos los pronósticos se volcó a una carrera musical y está generando canciones sublimes. A muchos más familiares que tenían vena musical y la compartían de varias maneras. ¿Y por qué no soy música? A pesar de que, de chiquita, ser bailarina y pianista era lo que yo más quería ser. Generé una especie de doble vida, de doble personalidad. Una persona formal, que ganaba premios por ser la mejor estudiante, callada y estudiosa, tímida y reservada, controlada en sus expresiones pero líder e independiente, y la otra espontánea y artista, en el presente, sencilla, nómada, transparente y fluida. Dos distintas. Camaleónicas. Irreconciliables, como una especie de choque de trenes en gestación. Pero en la superficie, todo bien. Todo bajo control con frialdad y cálculo. Pero entonces (volviendo al tema), el tema de la música no deja de ser algo muy profundo. Algo esencial en mi espíritu. Y creo que por esto, algo me pasa. En el cuerpo. Desde mis pies hasta mi cabeza. Una vibración y un deseo. Y quiero botar toda mi vida orquestada y perfecta, por el abismo. Entonces mi tristeza es profunda. Porque mi tristeza real y profunda es por mi lugar en este mundo, el cual he construido y creado a lo largo de tantos años, con todas las precauciones y buenos deseos y amor, con todo mi compromiso – ¿Qué me pasa? ¿Por qué la vida que tengo no es suficiente? ¿Por qué estos 17 años y esta larga construcción y esfuerzo, compromiso y amor no me capta totalmente? ¿Qué esta faltando? He ahí una tristeza, una falta de algo que no sé que es. Estoy sola. Y desnuda. Con mis debilidades expuestas. Con mis incoherencias. Con mis deseos y anhelos. Entonces, ¿te has sentido así? ¿En esa incoherencia, esas ganas de reconciliar deseos, anhelos, o partes de ti misma que no han tenido el espacio suficiente en tu vida para expresarse? Es posible que sientas: Si está sintiendo algo de esto, no estás sola. Lo primero es aceptar que tienes este llamado, y decidir, si vas a entrar al camino del aprendizaje y la expansión, el cual es incierto, o si vas a continuar en tu vida como vienes. Si decides aceptarlo, creé un Paquete de Poder, Impacto

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