Sanas y Libres

Conoce a nuestra mentora Lila Guerrero

En este Aspecto de Vida, Sanas y Libres, revisamos los síntomas de nuestro cuerpo para empezar a leer sus mensajes y así poder entrar en un estado de sanación contigo misma y honrar tu propio camino. Reconocemos nuestra capacidad de sanarnos y florecer.  En este mes nos acompaña la mentora Lila Guerrero. Lila es Doula de embarazo, parto y posparto, guía de Sexualidad sagrada, Terapeuta menstrual y Herbolista para salud femenina. Su propósito vital es acompañarse y acompañar a otras mujeres a recordar su belleza y poder, reconociendo nuestro viaje en este planeta como seres con un propósito personal y colectivo, que nace de algo básico y revolucionario: amarnos a nosotras mismas reconociendo el hermoso territorio que habitamos, nuestros cuerpos de mujeres y este planeta Tierra, pachamama.   Lila es mujer índigo. Nieta de parteras y curanderas tradicionales Mexicanas, recibió́ de sus abuelas enseñanzas de hierbas, ritos y prácticas ancestrales para el cuidado del parto, el posparto y los ciclos femeninos. Ejerce como doula, y se ha entrenado con destacadas figuras del ambiente perinatal, con parteras y curanderas de distintas tradiciones, y ha estudiado herbolaria aplicada a la salud sexual y menstrual.  Por medio de la herbolaria y medicinas de la tierra, acompaña a las mujeres en  sus ciclos y ritos sexuales para que recuerden el potencial creador y transformador de la energía sexual. Comparte prácticas de sexualidad curativa para devolverle su sentido sagrado.   Es co-creadora y directora de Tribu CO-madres, una organización sin fines de lucro enfocada en promover los derechos del nacimiento humanizado, la lactancia materna y la crianza respetuosa. Te invitamos a seguir profundizando en este Aspecto y a conectar con tu capacidad de generar un estado de salud cada vez más sano y libre de cargas que no te corresponden. Un abrazo de Musa, Alejandra Torres.   P.D: No olvides que con mi Paquete de Poder, Impacto y Propósito podrás obtener, por solo $US 4.99, mi libro bestseller Hablando con Dragones en PDF y acceso gratuito a mi MasterClass Manifiesta tus Sueños y a mi Comunidad Exclusiva de Mujeres líderes y emprendedoras, alrededor del mundo.  ¡Obténlo acá ahora, y desata tu poder personal e impacto! 

Conoce a nuestra mentora Lila Guerrero Leer más »

Emprendiendo para ser Sanas y Libres

¡Te quiero dar una bienvenida muy especial, si eres nueva a nuestra Comunidad! Recibimos en el último mes a más de 130 mujeres a nuestro espacio de Musas. Mujeres con emprendimientos, mujeres con sueños, mujeres con propósito. Cada una de ustedes tiene una historia, cada una tiene un propósito y un sueño al frente para cumplir y logros para materializar. Cada una ha sido valiente en reconocerse y en entenderse como una creadora de algo, gestora de posibilidades. La gran oportunidad que tenemos acá, es cómo podemos usar esta comunidad para potenciarnos y nutrirnos. Somos mujeres que estamos rompiendo paradigmas y creencias para crearnos a nosotras mismas y para crear y mejorar nuestra familia, nuestro emprendimiento y proyecto de vida, nuestro barrio, nuestro territorio. Estamos sembrando las semillas de lo nuevo. ¿Sabes? No estás sola. Cuéntame, ¿Qué necesitas? ¿Cómo desde Musas podemos apoyar tu sueño? Puedes enviarnos un mensaje a @musas.col en instagram, con tus respuestas. Te cuento una historia acerca de cómo llegué a emprender. Emprendí por algo que llegó a mi vida como una imposición, como una responsabilidad que solo yo podía asumir en ese momento. Siendo la mayor de 4 hermanos, y la única que había estudiado finanzas o había trabajado por fuera, así lo viví. Emprendí desde la falta de libertad ya que mi llamado a emprender se dio porque mi padre, quien era arquitecto y empresario, fue diagnosticado con una enfermedad neurodegenerativa llamada Huntington. Es una enfermedad que termina minando tu cerebro y dejándote progresivamente sin ninguna facultad. En ese momento yo vivía en Nueva York  y trabajaba en un fondo de inversión. Había un centro para enfermos de Huntington en Nueva York, y llevé a mi padre a que le hicieran los exámenes. Estaba recién casada y de 28 años, con toda la ilusión de comenzar una nueva vida con mi esposo. Ya nos habían aceptado a la Universidad de Berkeley a estudiar una maestría y estábamos preparando nuestro viaje al otro lado de ese enorme país, buscando esa libertad que yo siempre he anhelado. Estudiar en Berkeley y escalar en el Parque nacional Yosemite, eran dos de mis sueños. Y aunque el diagnóstico de mi padre salió positivo,  él aún se encontraba bastante bien de salud. Decidí irme esos dos años a estudiar, y tuvimos la bella sorpresa de que nació nuestra primera hija, Ilana, mientras cursamos la maestría. Me invitaron al final de ella a hacer un Doctorado en Historia. Ahí la sensación de cuidar a mi padre y volver a mi país, se volvió más fuerte. Y regresé, sabiendo que empezaba un trabajo largo de acompañamiento y emprendimiento. Para mí, emprender se sintió como una imposición, porque no era lo que yo anhelaba construir – yo quería era trabajar en una ONG ambiental como Greenpeace -, y porque debía liderar la empresa pensando en mis hermanos menores, quienes eran 9 y 12 años menores que yo y estaban en la universidad. Pero me metí, tuvimos a nuestro segundo hijo Esteban. Y yo llevaba a mis bebés a la oficina de mi papá, a ayudar a organizar. Mi forma de ser me ayudó a congraciarme con los empleados, y un día, uno de ellos me confesó que en la empresa estaban pasando cosas muy extrañas. Cada empleado tenía una forma de robar, y todos lo estaban haciendo. Fue un momento muy difícil para mí, porque tuve que sortear una investigación, una revisoría fiscal sorpresa que hice a la empresa para recuperar la información que había, y una negociación laboral con los empleados que llevaban casi 30 años ahí. Logré sortear la crisis, con la bendición de mi padre, quien fue muy generoso en ese momento y me dio luz verde para hacer los cambios que se requerían. Esto nos dio la oportunidad con mis hermanos, de nombrar a un gerente externo, traer una junta profesional y plasmar un manifiesto que hoy sigue vigente. Nombramos a nuestra nueva empresa Contempo, justamente porque era una empresa de nueva generación, dedicada a la construcción sostenible y a traer la sostenibilidad al sector de la construcción. Hicimos un ejercicio de liderazgo centrado en valores que nos ha funcionado y servido de soporte todos estos años. Incluso, muchos años más tarde y ya bajo el liderazgo de mi hermano, Contempo se convirtió en Empresa B y ha sido nombrada en el top 10% de las Empresas B en el mundo. ¿Y mis valores? ¿Y mi libertad? Los fui encontrando en el camino. Gracias a esta experiencia, al haber creado y creído en el emprendimiento como motor y en el amor de mi familia, logré crear la libertad, emprender desde mis valores ambientalistas y entendí la fuerza que tiene una idea llevada a la acción. Entendí que no debía comprometer mis valores ni mis sueños, y que era mejor contribuirlos a este sueño colectivo. Deseo que tu emprendimiento te brinde esa libertad que tanto anhelas, y coherencia con tus valores. Es un camino que a veces torna complejo y tortuoso, pero sé que estás ahí, con tu alma y tu esencia guiando tu proyecto. Si deseas que yo te guíe en ese camino, te invito a que seas parte de mi Mastermind Musa Emprende. Puedes profundizar más  acá, o si estás lista para dar el primer paso hacia tus sueños, agenda una Sesión de Aplicación y Mentoría Estratégica de 45 minutos conmigo en el botón de abajo,  para aplicar a este programa.  Agendar Sesión de Aplicación y Mentoría Estratégica con Alejandra Torres Un abrazo de Musa Emprendedora, Alejandra Torres.

Emprendiendo para ser Sanas y Libres Leer más »

Profundización del Aspecto de Vida Sanas y Libres – Sanando la Herida Colectiva

Hola Musas, Algo que he sentido, y que me dicen las alumnas de nuestros programas, es que el aspecto de vida que estamos profundizando, de alguna manera mágica y llena de sincronía, se activa en sus vidas. Les traigo una noticia muy triste: se trata de una niña de 17 años llamada Allison Meléndez, quien, sin estar manifestándose en estos días llenos de manifestaciones, salió a visitar a un amigo. Según se sabe, ella estaba grabando desde la calle, cuando 4 hombres armados de las Fuerzas Especiales de la Policía la tomaron entre los 4, la abusaron y la llevaron a la comisaría, donde la violaron. Ella, de acuerdo con la información conocida, estaba abrumada por todo lo que le habían hecho y terminó quitándose la vida. Allison nos ha tocado profundamente, a mí en lo personal y a muchas otras mujeres líderes. Te comparto mi video donde expreso un mensaje, apoyado por varias mujeres, que transmitimos en redes para llamar la atención a este flagelo que es muy grave en Colombia.   Una publicación reciente del Senado de Colombia afirma, citando a la senadora Daira Galvis, que: \»Según los datos recaudados en Medicina Legal, en esta época de pandemia en el país se han presentado 10.056 casos de abusos contra niñas, 3.028 contra adolescentes y 3.296 contra menores entre los 6 a los 11 años de edad y recalcó que los números pueden ser mayores, ya que las víctimas no se atreven a denunciar porque los abusadores son miembros de su propia familia. Preocupa que en lo corrido del mes de marzo a la fecha, cada 22 minutos se reporta ante las autoridades un abuso contra un menor cuando antes y comparado con el año anterior la estadística señalaba que se denunciaba un caso cada 24 horas. Recalcó que también es desalentador que dentro de estos hechos lamentables, ahora se ha develado que la Fuerza Pública también viene cometiendo estos abusos y citó que en la actualidad existen 118 procesos contra miembros del Ejército Nacional por delitos sexuales y otros 42 son procesados y esperando decisiones judiciales, donde también han sido implicados miembros de la Policía Nacional y de la Armada. Ante estos hechos, reclamó la necesidad de que el Estado adelante en el menor tiempo posible y con urgencia la creación de una política de protección y atención para proteger a los menores de edad y a las mujeres víctimas de violencia sexual e intrafamiliar.\» Fuente: Senado.gov.co, Agosto 2020 (http://www.senado.gov.co/index.php/prensa/lista-de-noticias/1629-siguen-aumentando-los-casos-de-violencia-sexual-e-intrafamiliar-contra-menores-y-mujeres-en-la-pandemia). Ofrezco una reflexión: primero, no son todos los hombres, son unos pocos los que abusan. Pero el abuso sexual está incrementando en vez de disminuirse. Y es un fenómeno normalizado que viene desde atrás, donde las violaciones a mujeres han sido parte incluso de nuestra historia política y económica, desde el colonialismo. Segundo, la impunidad es altísima, lo cual, en sí, es otro factor desalentador. Tercero, las mujeres ya no podemos ser más ese territorio. Debemos descolonizarnos. Nuestros derechos son iguales, ¿o a un hombre acaso le silban cuando camina en la calle?, ¿o le dicen cosas impropias en el trabajo?, ¿o lo violan y abusan de la misma manera? Debemos ser implacables con los actos que transgreden. Cuarto, ¿cómo reacciono ante semejantes problemáticas? Es muy difícil. Para mí, permitirnos sentir plenamente el dolor y la rabia es absolutamente saludable en estos momentos. Como mujeres líderes se nos llama a sentirla y canalizarla, desde el sagrado femenino, que es la diosa india Khali con sus calaveras y su capacidad de cortar lo que no sirve, de dar muerte y vida. Es también el amor del arquetipo de la Gran Madre, gran madre que desde su rabia y compasión sabe poner límites y decir \»NO MÁS.\» La rabia desde el amor se vuelve fuerza. Yo digo NO MÁS. Esto no se puede confundir con el deseo de hacer violencia o de vengarse. Justicia sí, ajusticiamiento ya no. Nuestra rabia sagrada debe entrar a frenar, a darnos energía y asertividad, pero no a devolver la cachetada. No podemos luchar contra la violencia con más violencia o, si no, nunca romperemos este ciclo. Sigamos las sugerencias de Gandhi o de Martin Luther King. Démosles amor y luz a las cosas. No nos dejemos caer en la oscuridad del miedo y la violencia. Nosotras somos la expresión de sagrado femenino en el planeta, se nos necesita más que nunca para sanar y frenar estos abusos. Así como nuestro deber es sanar la herida de lo femenino, debemos sanar también el masculino. Elevarlo y ayudarlo a expresarse de manera más sana y equilibrada. Entonces, son momentos de muchos retos, donde se nos activa este aspecto en lo colectivo y somos llamadas a sanar la herida colectiva. Sigamos en el camino de la sanación, de la compasión y de la furia sagrada del amor. Si sientes este llamado, te invito a recorrer este camino con mi libro Hablando con Dragones (acá), donde desde la vulnerabilidad te comparto cómo pasé de situaciones límite, a sanar y ser la creadora de mi vida. Tú eres una Sanadora de estas heridas. Un abrazo de Musa, Alejandra Torres.

Profundización del Aspecto de Vida Sanas y Libres – Sanando la Herida Colectiva Leer más »

Conoce a nuestra mentora María Lucia Banker – Aspecto Sanas y Libres

Hola Musas, En estos tiempos donde la energía está tan movida y la situación está tan compleja, creemos que es muy importante conectarnos con nuestra fuerza interior y nutrir aspectos que mantengan nuestra fortaleza y, así mismo, la calma. Para este Aspecto de Vida: Sanas y Libres les presentamos a nuestra mentora de este ciclo María Lucia Banker. María Lucía Banker es Maestra en Transformología Humana™, el proceso que ha creado para que una persona experimente una profunda metamorfosis cimentada en el trabajo con su energía sexual. Este punto de inflexión sucede a partir de una crisis emocional, de donde emerge una nueva persona que experimenta. una transformación,  un cambio definitivo e irreversible en su vida. María Lucía ayuda a que las personas recuperen su poder sexual y creativo por medio de la sanación de bloqueos, disfunciones y traumas.   La experiencia de primera mano con personas a través de talleres y mentorías personalizadas, la llevó a desarrollar la Transformología Humana™, un sistema que regenera la programación celular y biológica del cuerpo por medio de la liberación de patrones mentales que permiten a las personas crear una nueva vida basada en la auto-maestría. En sus seminarios, talleres y webinars implementa su sistema por medio de experiencias vivenciales y online, con resultados definitivos y sostenibles. Después de 15 años de experiencia profesional en los medios de comunicación, primero como periodista y más tarde como fundadora de su propia agencia de relaciones públicas, María Lucía decide reinventarse a partir de una crisis emocional que partió su vida en dos. Al verse inmersa en la frustración a pesar de su éxito profesional, entendió que debía atender el llamado místico que recibió a sus 22 años y que había ignorado hasta entonces. Su iniciación en el Tantra la llevó a reconciliarse con su conexión espiritual y con las herramientas de sanación holística que recibió desde los 11 años, como el Reiki, las enseñanzas de Gerardo Schmedling, la sanación reconectiva y el rebirthing. En los últimos años, María Lucía ha combinado su profesión periodística con su propósito de despertar consciencias. Su programa de podcast, \»El amante perfecto\», es transmitido en la prestigiosa cadena radial y digital Blu Radio. Ha colaborado como columnista de Soho, la revista para hombres más importante en Colombia, y ha sido invitada como portavoz de conferencias y programas de televisión para expandir su mensaje. Gracias por conectarte con nosotras y esperamos que este material siga nutriendo este Aspecto de vida. Te invito a fortalecer tu proceso con mi Paquete de Poder, Impacto y Propósito, acá. Un contenedor muy poderoso que creé para que tomes el primer paso en tu camino de transformación y creación de la vida que anhelas. Con él obtienes mi libro Hablando con Dragones, y acceso gratuito a mi MasterClass Manifiesta tus Sueños y a nuestra Comunidad Exclusiva de mujeres líderes y emprendedoras en procesos de transformación.  Un abrazo de Musa, Alejandra Torres.  

Conoce a nuestra mentora María Lucia Banker – Aspecto Sanas y Libres Leer más »

Conoce los Círculos de Mujeres y su poder para Sanar

Hola Musa, Comienza el mes de mayo y con él entramos a recorrer el Aspecto de Vida  Sanas y Libres, del Mandala de la Musa. Ya hemos integrado nuestra intuición como brújula, y con ella tenemos fortalecida nuestra capacidad de mirar hacia adentro y romper nuestras cadenas de creencias limitantes. Ahora es el momento para mirar hacia adentro y hacia afuera, hacia nuestro sistema familiar y entorno, y abrazar nuestro poder de sanación; para nosotras mismas y para las personas a quienes amamos.   En estos momentos de pandemia, cuando atravesamos el tercer pico a nivel mundial, es cuando es más importante entrar a fortalecer esta mirada y este poder femenino de la curación y la sanación. No es por nada que ancestralmente hemos sido curanderas, parteras y portadoras de las semillas. Ancestralmente hemos sabido sanar con plantas y con energías. Y mientras la medicina moderna ha restado el poder a este enfoque más holístico y conectado a la tierra, la sociedad hoy lo pide más que nunca. Vemos que las alternativas orgánicas, biodegradables, naturales cobran fuerza. Que, como dice Deepak Chopra, más del 60% de los casos de COVID en Nueva York, donde él ha estado como médico, se han demostrado relacionados con altos niveles de ansiedad. La conexión mente-cuerpo se explora y entiende hoy mejor que nunca. Lo que es afuera, es adentro. Y lo que es adentro, es afuera. Si yo me miro y me sano, puedo restablecer una conexión amorosa con mi cuerpo y generar armonía y orden interno para irradiar hacia afuera. En ese lugar, usando mis demás poderes femeninos de la creatividad, amor, liderazgo y servicio, puedo entrar a mirar lo que es difícil mirar. Puedo entrar a decodificar los síntomas de mi familia y sanar temas complejos. O si es un tema demasiado grande e inexorable, como una enfermedad genéticamente transmitida, al menos puedo aceptarlo con amor y entrega a un destino mayor. Lo primero es, indudablemente, fortalecer mi conexión conmigo misma y con mi propio cuerpo. Conectando con mi cuerpo y sus síntomas, pueda empezar a ver cuáles de ellos vienen de mí y mis propias dinámicas, y cuáles vienen de mi sistema familiar. Puedo empezar a mirarlos con amor y aceptación, permitiéndome integrar esas partes de mí que he rechazado o excluido. Me puedo conectar a través de la respiración consciente, haciendo una práctica de yoga nidra donde recorro mentalmente y “escaneo” mi cuerpo para ver cómo estoy; o a través del movimiento, algo que se sienta rico, sanador y placentero. Explora lo que más te guste. La técnica del TRE también la hemos usado en nuestros retiros presenciales  y programas virtuales, como método de sanación y liberación de estrés y ansiedad. Te invito a que este mes te conectes con las prácticas que más te resuenen, con espacios para enfocarte en fortalecer tu salud y te vayas liberando de situaciones de salud. La medicina moderna ha encontrado que hasta los genes se pueden modificar. Entremos a mirar, sanemos, recurramos a expertos y mentores para hacer este proceso, saquemos el espacio y cultivemos la fuerza de la sanación en nosotras mismas. Otra técnica poderosa de sanación y liberación que yo he encontrado, es conectar con un círculo de mujeres. Antes de conocer y compartir de manera íntima en varios, y luego comenzar a facilitarlos, miraba estos espacios hasta con recelo. Cuando estaba en el mundo corporativo no veía necesario crear espacios solo para mujeres. No entendía su valor porque estaba aún muy conectada con mi individualismo y mi competitividad en la vida. No me daba el espacio ni tiempo para nutrirme, conectar con mis emociones y dejar salir mis angustias y dificultades en un espacio seguro. Tampoco me sentía segura de poder compartir con otras mujeres. Mis experiencias habían sido más de comparación y competencia entre nosotras. Y aunque me sentía muy mujer, no sabía lo que era realmente mostrarme vulnerable y auténtica ante un grupo de mujeres.   Pero empecé a entrar y lentamente a dejarme sostener por la energía sanadora y transformadora de un círculo de mujeres. Aprendí de mis mentoras, Amory Molina y luego Nisha Moodley, a sostener estos espacios con respeto y amor. Son espacios hechos y creados para pasar de la conversación frívola, a un compartir profundo. En estos espacios hay orden, hay reglas y existe el más profundo respeto por lo que cada una traiga al círculo. Es un lugar igualitario donde la voz de cada mujer es igual, ninguna es más que otra. Todas las mujeres hablan profundo conectando con su corazón y su propia experiencia y verdad. La experiencia de ser vista y sostenida con amor y respeto, sin que nadie entre a opinar ni a arreglarte, es de las cosas más profundas que he vivido en términos de sanación. Y no solo es lo que cada una comparte que es tan valioso para sanarse a sí misma, sino lo que sana cuando escucha profundamente a otra mujer. Todas estamos conectadas. Cuando una mujer habla, algo profundo en las demás mujeres también se sana. En su libro El Millonésimo Circulo, Jean Shinoda Bolen describe a estos espacios como lugares de sanación y transformación. Un círculo de mujeres que se reúne para sanar. Un espacio seguro para compartir, sentirnos nutridas y sostenidas. Y también sobre el poder multiplicador y de impacto de cada circulo. Como dice Jean Shinoda Bolen:   “Hay una pacífica revolución en marcha, un movimiento espiritual de la mujer que es difícil de percibir a simple vista. A través de los círculos de mujeres, de mujeres con capacidad sanadora, ¿podría la cultura dar un vuelco? ” Jean Shinoda Bolen, el Millonésimo Círculo Te invito a conocer a profundidad cómo fue este proceso de transformación para mí en mi libro Hablando con Dragones, acá; para que tengas las herramientas y te inspires a iniciar el tuyo, a sanar, transformarte, liderar de manera auténtica y emprender con propósito. Te veo Sana y Libre. Un abrazo de Musa, Alejandra Torres.   

Conoce los Círculos de Mujeres y su poder para Sanar Leer más »

Echando raíces profundas, sano mi sistema

Nuestro ecosistema está enfermo. Nuestros sistemas actuales están enfermos. Si nos queremos liberar de estas dinámicas, debemos entrar a un nivel más profundo de conexión con nosotras mismas, y echar raíces. ¿Qué quiere decir echar raíces? Quiere decir, que debemos mirar profundo, en nuestra alma y corazón. Debemos descifrar los secretos en nuestros ancestros y linajes. Debemos recoger los huesos de las memorias y acontecimientos en nuestro sistema familiar. Y así poder ir sanando nuestras narrativas e historias familiares. Aun si nos da miedo; más aún cuando nos da miedo mirar. En estos momentos donde todo se reacomoda y lo insostenible se cae como una gran Torre de Babel, sabemos que este es el momento apocalíptico que muchos hemos visto en tantas películas de ciencia ficción que son parte de nuestra cultura cotidiana. Hemos temido (y a la vez secretamente anhelado) este momento. El momento del “fin del mundo”, donde somos devorados en cámara lenta por un temible monstruo de garras afiladas. Nos estamos yendo por el abismo. Literal y también metafóricamente. ¿Qué podemos hacer en estos momentos? Imagina que vienes en un carro rojo, y eres el pasajero. Viene manejando alguien más. Y el carro está tomando un camino sinuoso y expuesto. Y de repente, estás al borde de un precipicio alto y escarpado. Y de repente, este carro se comienza a ir por el abismo. ¿Qué puedes hacer? Literal, estamos yéndonos todos por ese abismo. ¿Que nos vamos a morir, preguntas? Si, nos vamos a morir. Todo lo que somos y hemos sido, las formas de definirnos, proyectarnos y nuestras viejas costumbres, quedarán vueltas añicos. Estamos siendo obligados de repente a soltar todo lo que sabemos ya no esta al servicio de la Vida más esencial y auténtica. Estamos soltando formas viejas y anquilosadas de vernos. Y viejas formas de crear y repartir ganancias, ingresos, y cosas. Es ahora que más debemos profundizar y preguntarnos, ¿quién soy, realmente? ¿Y qué es mío? Son estas las preguntas que ahora me hago más que nunca, mientras lavo platos y cocino y atiendo tareas domésticas de las cuales durante años, como de manera ficticia, me había liberado. Tengo una historia personal que contarles. Y es una que continuamente me llama a echar raíces, a navegar profundo. Porque es en mi propio linaje, y toma la forma de una rara, poco común enfermedad neurodegenerativa llamada Huntington. Somos la cuarta generación en replicar la enfermedad, y actualmente una de mis hermanas expresa sus síntomas. Cuando cumplí 18 años, mi mamá me contó que existía esta enfermedad. Y que al ser un gen dominante, yo tenía el 50% de probabilidad de manifestarla. Siempre me fue expuesta como algo secreto, como una historia turbia, lo cual aumenta su amenaza y gravedad. Somos cuatro hermanos, y hemos vivido con esta sombra durante años. Y con el miedo de tomar la enfermedad, de replicarla. Y es así como hace 15 años empecé a buscar procesos de sanación. Esta búsqueda me llevó a las constelaciones familiares, y luego de ir a talleres y hacer procesos terapéuticos conectados con este tema, cursé un programa que dura dos años, donde el primer año te miras a ti mismo, y luego el segundo año (del cual cursé la mitad) te preparas para constelar a otros. De todo lo que aprendí, lo más profundo que se me quedó fue tener una mirada más sistémica y holística. El entender que estamos conectados, que no somos individuos por más que la cultura occidental dominante nos lo refuerce y haga creer. Con esta pandemia que refuerza todos los patrones existentes y agudiza las situaciones, es cuando más entendemos que somos Uno, que todos estamos conectados, seres humanos entre seres humanos, seres humanos y territorios, plantas, y miles de especies que comparten este Hogar con nosotros. Y lo que hacemos “allá afuera”, sea lo que sea como definamos ese Afuera…el otro barrio, el otro país, la otra especie, el otro ecosistema…inevitablemente se conecta y regresa, porque no se puede excluir nada. Y ese es el otro principio fundamental de las constelaciones. Donde entiendes que como somos sistema y no individuos, nada se puede excluir. Y una de las principales heridas en las familias es la exclusión. La exclusión al que es Diferente. Por eso hay tantos secretos en los sistemas familiares. Y tantos excluidos. Y así, excluyendo y haciendo violencia psicológica entre familiares, se generan las enfermedades más fuertes inter-generacionales. ¿Han visto la película Inception (El Origen)? Recomendadísima. En esta película, un señor “planta” ideas en los subconscientes de las personas. Y para hacerlo, tiene que entrar en niveles profundos de las personas, donde logra penetrar en sus subconscientes en estados de sueño y puede ver el ecosistema interno de cada persona. Ahí “siembra” ideas. Y hace que una persona sienta que la idea fue propia, y se apropie de esta idea. Y cambie su vida como resultado de esa idea que fue sembrada por otro. ( Si no las has visto y tienes cuenta en Netflix, te dejo el link). Somos Maestros de plantar ideas en los demás. A veces lo hacemos inocentemente. A veces lo hacemos desde nuestros miedos y pantanos fangosos internos. A veces lo hacemos con intención de dañar. Pero una palabra dicha en el momento adecuado puede revivir, o de lo contrario hacerle mucho daño, a otra persona. Porque las ideas se convierten en realidades y las palabras tienen un poder enorme para modificar la realidad. Y es ahora, cuando estoy en mi silencio que puedo depurar y separar las ideas realmente mías, de las ideas plantadas por los demás. Y es ahora, cuando entro en mi propio interior, y aprovecho la única oportunidad que se presenta en este momento colectivo de Silencio y Quietud, que me siento a mirar a mi miedo más profundo. El miedo de enfermarme de Huntington, de que mi mente se autodestruya. Es como entrar a un pantano de noche, lleno de neblina y árboles que parecen amenazantes, con una simple linterna. Da miedo. A

Echando raíces profundas, sano mi sistema Leer más »

Reconócete como sanadora de ti misma y de tu entorno

Bienvenida al Aspecto del mes: Sanas y Libres Me da mucha felicidad compartir este Aspecto contigo. En este Aspecto exploramos nuestra habilidad de sanarnos a nosotras mismas. Y sanar nuestro sistema. De honrar nuestros síntomas y mirarnos profundamente. Porque de acuerdo con la teoría sistémica, estamos inevitablemente conectadas con nuestros sistemas. Este portal tiene los siguientes elementos arquetípicos: ♦ Color: Turquesa ♦ Elemento principal: Agua. ♦ Parte del cuerpo: Columna vertebral, huesos, sistema linfático, tiroides, sistema hormonal, glándula pineal. ♦ Símbolos: Mar, ríos, energía kundalini, doble hélix del ADN. ♦ Animales Totémicos: Ballenas, serpientes, tejón. Aspecto: Sanas y Libres En este Aspecto, lo que ves y trabajas en ti es: ♦ Revisar tus síntomas y empezar a leer sus mensajes, para poder entrar en un estado de sanación y transformación contigo misma. ♦ Entender tus síntomas y su conexión con tus dinámicas familiares y ancestrales. ♦ Honrar tus síntomas como el lenguaje que se escribe en tu cuerpo de mensajes y creencias, tanto generadas por ti como recibidas por parte de tu linaje y entorno. ♦ Reconocer tu capacidad de sanarte a ti misma y de reescribir el lenguaje de tu cuerpo. ♦Honrar tus propias dinámicas e historias, y liberarte de cargas que no necesitas para vivir desde tu libre albedrío, conectada con tu propia misión de vida y propósito. ♦ Conectarte amorosamente con tu cuerpo y sus síntomas para entender sus mensajes y sanar dinámicas que no te sirven. ♦ Conectar con tu capacidad de generar un estado de salud cada vez más sano y libre de cargas que no te corresponden. ♦ Reconocerte como sanadora de ti misma y luego de tu entorno, y entenderlo como parte de tu propósito y misión de vida. Entendamos cuál es el enfoque sistémico para mirar las enfermedades y los síntomas… El enfoque sistémico, que es en esencia una nueva visión cuántica de la realidad, fue desarrollado por un cura-siquiatra-filósofo alemán llamado Bert Hellinger (El Amor del espíritu. Un estado del Ser (2009)). Él vivió con comunidades africanas muchos años y observó en sus rituales y su manera de interactuar una profunda mirada integral, de comunidad y de sistema. Y decidió incorporar esa mirada a sus terapias, con gran éxito. Este nuevo enfoque terapéutico coincidió con la emergencia de la nueva ciencia, tanto la física cuántica como la teoría del caos, la cual rompe los paradigmas de la ciencia clásica newtoniana de un mundo inmutable y de la separación del sujeto y el observador. La nueva física demuestra que el mundo no es lineal, que todo y todos estamos conectados, que el observador y su consciencia son creadoras y transformadoras de sus realidades, y que somos inevitablemente elementos indivisibles dentro de sistemas. También surge la epigenética, la cual ve que hasta nuestros genes, cosa que considerábamos inmutable, pueden cambiar como resultado de traumas o eventos específicos (Joachim Bauer, Los Genes No son Autistas, 2004). Al entender todo esto, la teoría del individuo que se desarrolla desde el pensamiento racional europeo y que postula que cada ser es único y no sujeto a fuerzas mayores del pasado, se resquebraja. Es así como la ciencia hace todo un giro y se empieza a acercar al conocimiento ancestral, a las filosofías originales de la India, al budismo y sus enfoques, y a los indígenas de América quienes siempre han conocido y entendido este enfoque, que un individuo es parte de un todo, que ese todo va mucho mas allá de las tres dimensiones que podemos percibir con nuestros sentidos – algunas culturas hablan de 9 dimensiones. Que todos estamos conectados y que somos co-creadores, transformadores del universo. Los sistemas no operan bajo las mismas reglas que las que dictaminaba el mundo newtoniano. Los sistemas operan bajo sus propios principios (ver teoría de sistemas). La primera regla es que los sistemas tienen a la homeostasis, o a la estabilidad – lo cual, tomando un ejemplo de la ecología, en los ecosistemas se llama resiliencia…una propiedad ineludible de un sistema es que busca volver a sus estado de equilibrio original, y hará lo posible para lograrlo. Por esto los modelos lineales que predicen el cambio climático no sirven, porque un sistema opera de una manera completamente distinta…los sistemas van de punto de equilibrio a punto de equilibrio, pasando por el caos y el desorden a un nuevo estado de orden. La segunda regla es la regla de la pertenencia, la cual es comprobada científicamente. Cuanto tu tienes un sistema y le quitas algo, le sacas o excluyes algo, el sistema hará lo posible por compensarlo. Incluso entrará en un estado distinto, para traer a ese elemento que fue eliminado.La tercera regla inmutable es que cualquier acción al sistema generará una reacción…cualquier cambio, o introducción de un elemento nuevo, inevitablemente generará una reacción opuesta, una resistencia. Hay que generar lo suficiente del elemento disruptor y en el momento adecuado para generar lo que llaman los \»tipping points\» de los cuales habla Malcolm Gladwell en uno de sus libros. Y así funciona cualquier sistema humano …piensa en el sistema del capitalismo, y el de las inversiones, y verás que estas reglas están siempre presentes. Que en los sistemas políticos y organizacionales siempre encontrarás resistencias y barreras a los cambios porque están buscando mantener su estado original, y que la evolución del cambio se da de manera no lineal (Schumpeter, y sus teorías sobre la innovación y el creative destruction…). Entonces, ¿qué rol juega la enfermedad en un sistema familiar? Si todos estamos conectados, lo estamos no solo en el presente, sino también en múltiples dimensiones de espacio-tiempo. Y es así como nuestros cuerpos son como un gran banco de memoria. En nuestras células, en nuestros genes, en nuestros órganos, pero también en nuestros cuerpos más sutiles emocionales y energéticos, se encuentran memorias guardadas de nuestros antepasados. Son esencias de eventos, de creencias, de sufrimientos y traumas. Como dice Brigitte Champetier en su Libro Constelar la enfermedades desde las comprensiones de Hellinger y Hamer: \»El cuerpo es la interfaz entre el individuo y su sistema…\». Es en el cuerpo donde se manifiestan los síntomas. Y, ¿síntomas de qué? De traumas vividos por cada uno, pero también, y

Reconócete como sanadora de ti misma y de tu entorno Leer más »

Constelaciones sistémicas: Sanando con mis ancestros

Constelaciones sistémicas: Un ejercicio verdaderamente revelador y profundo. ¿Cómo describir la sensación de AHAAAA cuando algo se revela y el alma comprende la dinámica subyacente?,  ¿Cómo aprender a mirar ampliamente, a escuchar realmente al otro, desde un lugar tranquilo y vacío de las propias pre concepciones?, ¿Cómo ponerse al servicio del otro?, ¿Cómo captar desde el subconsciente que todo es sistémico, que todo esta relacionado, y que uno no es solo uno, sino producto y legado de miles de amores? Y miles de creencias, historias, y posibilidades pero también de exclusiones, violencias y culpas.   ¿Y cómo hace uno para tomar y honrar desde el alma eso que uno ha recibido? ¿Cuántas veces nos paramos desde otro lugar y nos ponemos por encima de nuestros propios padres, por encima de ellos quienes nos dieron la vida, y les reclamamos algo que fueron, algo que nos dieron o dijeron? o a veces los queremos demasiado…Tanto, que adoptamos sus culpas, sus anhelos, sus frustraciones y las cargamos todas como si fueran nuestras. .   Y qué dicen de las enfermedades, síntomas de una exclusión o síntomas de un secreto o de una lealtad invisible hacia el sistema. De las constelaciones aprendí muchos temas de salud míos. Un tema que me ha generado una reflexión profunda es entender a los síntomas como una manifestación de seguir a alguien más en el sistema.   Hemos entendido, como nos dice la maestra Ingala Robl, que las enfermedades se pueden clasificar en: 1. Enfermedades sistémicas. 2. Enfermedades terminales. 3. Enfermedades que señalan la necesidad de descansar.     Son estas primeras enfermedades, las sistémicas, las cuales me generan gran preocupación y energía. Entenderlas y ordenarlas en los demás y en mi propio sistema, es algo que vengo haciendo de manera consciente e inconsciente. Muchas veces en las enfermedades sistémicas, he logrado primero entender y luego captar desde el alma, que la persona con la enfermedad está siguiendo a un clan o a un grupo de familiares. En una constelación que hicimos en uno de los muchos cursos que tomé, una mujer con artritis reumatoidea consteló a las mujeres de su familia y encontró una identificación con ellas a través de sus síntomas. Es como si fuera la única manera de pertenecer al vínculo y sentirse merecedora del amor de ellas. En esta constelación entendimos que para sanar estas dinámicas, hay que verlas primero, y luego entender que hay otras formas de amar y de ser parte del sistema familiar. Honrar a los antepasados, darse la vuelta y cortar con las identificaciones excesivas con los antepasados, y hacerlo diferente. Otras veces el síntoma representa al excluido en un sistema. Y la enfermedad es una manera de incluir a esta persona. Si hay alguien que murió, o que tenga un jalón hacia la muerte y no pueda estar presente en su sistema, algo que lo aleje del sistema, alguien posterior en la familia genera y recrea síntomas, diciendo, “yo me voy antes que tú” o “yo lo hago por ti”. En este caso también se puede sanar al mirar la dinámica y aceptar esta situación, para reducir el nivel de identificación subconsciente y reducir la intensidad de la manifestación. Es interesante leer en los casos presentados por Bert Hellinger, que a veces una persona puede captar y manifestar síntomas de alguna pareja previa o posterior de alguno de los padres, o de alguien de otra familia que por alguna razón queda implicada o conectada con este sistema. Aquí también es necesario ver a la persona, entender y volver consciente esta dinámica, honrar y dejarla con la persona. Una frase en este caso curativa puede ser: “lo dejo contigo”.  Este tema resuena mucho en mí porque he tenido varias enfermedades en mi sistema, y yo he adoptado algunas de ellas. Después de muchos años de todo tipo de terapias y procesos, siento que lo único que me ha liberado del todo es entender este enfoque sistémico, y comprender las implicaciones de ver las dinámicas ocultas, honrando para liberarme, y entendiendo que ahora puedo trazar mi propio camino, o transformarlo a mi manera, no como niña, sino como adulta.   Un ejemplo de esto fue mi propia identificación con la artritis reumatoidea, la cual la sufrió mi abuela y ahora mi mamá. Yo tuve artritis entre los 23 y los 30 años, y la viví similar a la señora de la constelación que mencioné anteriormente … como una sobreviviente, como si fuera mi destino que cargar.  A partir de los 30 años, me curé de la enfermedad, lo cual no lo pueden entender los médicos porque dicen que es una enfermedad crónica. Hoy veo y entiendo el cómo se pudo haber presentado, y veo esas lealtades invisibles que hicieron que yo asumiera estos síntomas a tan temprana edad, siguiendo a mi abuela quien fue como mi mamá cuando fui niña. Siguiéndola por amor.   Otro ejemplo es una enfermedad neurodegenerativa llamada Huntington. Es una enfermedad en la rama paterna de mi familia que empezó hace 4 generaciones, y donde mi padre y mi tía están enfermos. Con este enfoque, mirando al sistema, yo he logrado acercarme a mi padre, honrar su destino, y decirle “yo aún me quedo”. Y también, entender que este es su destino. Y honrarlo. Pero es un trabajo que debe continuar, y creo que al poder hacerlo en mí,  podré hacerlo con otros; entendiendo sus manifestaciones y síntomas y acompañándolos a mirar y a sanar. Pero algo que también debo trabajar es saber el buen lugar del que ayuda. Como también dicen las lecturas, el que ayuda a veces lo quiere hacer demasiado, sin entender y soltar el destino del otro. A veces su preocupación debilita al otro. A veces su manera de interpretar o ver las cosas interfieren con el proceso de la persona a la cual se está ayudando. La magia ocurre cuando el que ayuda lo hace desde un lugar vacío y tranquilo, imperturbable, pero conectado con todos sus recursos, su fuerza y discernimiento. Y justamente lo que no se mira es lo que adquiere más fuerza. Lo que resistes persiste.

Constelaciones sistémicas: Sanando con mis ancestros Leer más »

Sintiendo y sanando a través de tu cuerpo

El doctor me mira, y me dice: “no hay cura, es una enfermedad crónica degenerativa. Podrías incluso estar en una silla de ruedas en 6 meses.” Yo lo miro a él, desconcertada, y a mi cuerpo de 23 años. Miro alrededor a la estéril y blanca sala, con un leve olor a alcohol y a desinfectante. Me han diagnosticado artritis reumatoidea.   Veinte años después, otro doctor me mira, y me dice: “Lo más probable es que sea maligno. Muy seguramente vas a necesitar quimioterapia. Prepárate.” Nuevamente, yo lo miro, desconcertada, y a mi cuerpo de 43 años. Estoy recién operada por laparoscopia, luego de una biopsia, con un dolor agudo comenzando a despertar en mi vientre. Me han diagnosticado con cáncer. Tiempo después, en otra sala fría de urgencias, me diagnosticaron una hernia discal.   Y así caen esos diagnósticos. Aplastantes. Irreversibles. O será que son tan irreversibles como nos lo hacen creer ¿No habrá otra manera de verlos? Después de décadas de vivir en carne propia procesos de enfermedades, sanación y curación, puedo decir esto: soy un milagro médico andante.   He desafiado todos los pronósticos. He logrado curarme de lo incurable, entrar en remisión de condiciones y enfermedades que al parecer no tenían cura.    ¿Y cómo? He probado de todo: medicina tradicional, las limpiezas de dieta, terapia neural, yoga, vegetarianismo, y hasta té de jengibre. Y, francamente, le creo más al té de jengibre y al romero fresco de mi jardín, que a las “drogas maravilla” compradas en farmacia.   He visto que la enfermedad y la curación es mucho más compleja que tomarte algo o hacer una dieta. Creo que los dolores y las enfermedades en nuestro cuerpo son acumulaciones de emociones no expresadas.   Solo integrando, procesando y sanando nuestras emociones, podemos sanar nuestro cuerpo. ¿Así de sencillo? Si.   Háblame de cualquier enfermedad, y te contaré su relación con nuestras emociones y dinámicas de tu sistema de origen.[1]     También se trata de volverte dueña de tu narrativa y transformarte, reescribir tu historia. Cuando me empoderé, y comencé a sanar, logré escalar en roca, viajar por Suramérica acampando durante 9 meses, practicar montañismo, y caminar kilómetros en senderos por todo el mundo.   Tuve dos hijos hermosos, y desde hace 15 años mi enfermedad “incurable” entró en remisión. Logré sanar un tumor, percatar que era benigno, y sanarme desde adentro hacia afuera.   La enfermedad debe verse  como una oportunidad de reescribir, ajustar y transformarme aún más, y liberar cargas y lastres para ser aún más liviana, en constante sanación y transformación.     ¿“Milagros” médicos? Más que eso, mi sanación ha sido resultado de:   Ser un poco rebelde. No demasiado como para echar todo por la borda, pero lo suficiente para no dejarme asustar ni sugestionar por los médicos, ni por la literatura apabullante que ahora encuentras en Google, cada vez que te dan un diagnóstico.   Trabajé mi estado de conciencia meditando, resignificando, desde mi intuición de que mis emociones estaban íntimamente entrelazadas con mi salud. Y decidí en mi mente, reescribir y transformar mis historias de enfermedad en historias de transformación, sanación, conocimiento interior y amor propio.   Integra, entiende, acepta y sana tus emociones. A los 23 años me di cuenta de que tenia mucha rabia represada, así que hice yoga, meditación, y terapias de todo tipo para trabajar estas emociones. Verme imperfecta y entender que esta rabia y dolor que sentía, eran parte de mí, aceptarme y quererme tal cual era; y, como una cebolla, fui rebanando una por otra capa de emociones. Y liberar tiempo y espacio para tu primera prioridad: tú y tu salud. Si no te cuidas tú, ¿Quién lo hace? ¿Y a quién puedes cuidar si no estas sana?   Atrévete a sentir tus síntomas. ¡Tu cuerpo es tan sabio! Mucho más que cualquier médico. Como el mejor de los termómetros, siempre te esta diciendo cuáles son tus condiciones de clima internos. Muchas veces lo dormimos con analgésicos para no sentir los síntomas, los cuales son muy, pero muy incómodos.   Cada dolor nos cuenta una historia, y si hacemos el esfuerzo de escucharla y entenderla, el cuerpo ya no necesitará producir los síntomas. La condición natural de un cuerpo es la salud, no la enfermedad.   Saca tiempo todos los días para conectar con tu cuerpo. Todo dolor, espasmo, hinchazón, te están diciendo algo. Toca tu cuerpo, masajea tu cuerpo, ejercita tu cuerpo pero sin violentarlo con regímenes extremos ni rígidos. Tu cuerpo ante nada necesita amor, del que solo tú le puedes dar.     Todas estamos en continua evolución, sanación, transformación y renacimiento. ¿Sabías que cada dos años cambian todas la células de tu cuerpo? ¿Con qué emociones, pensamientos y acciones te estás alimentando? Es hora de tratar y valorar tu cuerpo como un templo sagrado.   Deseo contribuir a la sanación de mujeres, compartiendo, dejándonos ver, surgiendo y emprendiendo juntas. Por eso, escribí mi libro Hablando con Dragones, donde te comparto mi historia personal y mi camino de transformación, liderazgo y emprendimiento con propósito, para inspirarte a recorrer el tuyo. Puedes obtenerlo acá en formato PDF por tan solo US$ 4.99, y adquirir acceso gratuito a mi MasterClass Manifiesta tus Sueños, y a mi Comunidad Exclusiva de mujeres líderes y emprendedoras. Te deseo un cuerpo en constante transformación, renacimiento y sanación. Alejandra Torres.    1. Si te interesa saber más sobre este enfoque, te recomiendo la literatura de constelaciones sistémicas, desarrollada por Bert Hellinger; y el libro Constelar la enfermedad desde las comprensiones de Hellinger y Hamer, por Brigitte Champetier de Ribes.

Sintiendo y sanando a través de tu cuerpo Leer más »

Scroll al inicio